España
espacioseuropeos.com (29/7/2010)trabajadores
La Comisión de Trabajo del Congreso de los Diputados ha aprobado hace unas horas el proyecto de Ley que reforma el mercado de trabajo. Gracias a la abstención de los grupos nacionalistas del PNV y CiU y el voto afirmativo del PSOE, la reforma laboral ha sido aprobada sin problemas. El PP y ERC-ICV-IU y el Grupo Mixto votaron en contra.

Algunos de los nefastos contenidos de esta ´reforma laboral´ se refieren al despido «causas económicas», cuya indemnización será de 20 días por año trabajado; antes la empresa para despedir a un trabajador tenía que demostrar que esa decisión empresarial era necesaria para su supervivencia; pero ahora no. Con la nueva legislación el empresario sólo tendrá que probar que «se deduce mínimamente la razonabilidad» del despido de su «situación económica negativa» o previsible.

Con esta reforma laboral el despido de trabajadores va a ser prácticamente libre, a la americana, sin pagar un euro.

Según CC. OO., el nuevo texto «empeora el proyecto de Ley porque se avanza en la desregulación de derechos laborales, se hace más fácil, rápido y barato el despido y se aumenta la capacidad de decisión de los empresarios», así como la legalización de las «agencias privadas de colocación con ánimo de lucro atribuyéndole competencias propias de los Servicios Públicos de Empleo».

En definitiva, según este sindicato, esta reforma «viene a profundizar los gravísimos efectos que ha provocado en los derechos de los trabajadores el Real Decreto Ley 10/2010, y hace más necesaria si cabe la huelga general convocada por UGT y CCOO para el próximo 29 de septiembre, cuyo principal objetivo debe ser parar esta reforma y volver a la mesa de negociación».

Por su parte UGT, considera que si «no paramos la reforma con la huelga general se habrá producido el mayor ataque a los derechos de los trabajadores desde la transición democrática».

Creer que la huelga general -caso de producirse-, convocada para el 29 de septiembre puede acabar con esta reforma laboral, es tratar de hacernos comulgar con ruedas de molino. Todos somos un poco culpables de lo que se nos viene encima. Unos por desidia, otros debido a que no ven más allá de sus narices, los otros por abusar del absentismo, los más por creer que a ellos no les iba a tocar… Y, sobre todo, por permitir que el actual sistema  electoral siga indemne.

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