Melilla (España)
espacioseuropeos.com (13/8/2010)
Suele ser algo habitual, que ciudadanos marroquíes insulten a las mujeres policías españolas que prestan servicio en las fronteras de Ceuta y Melilla con el territorio de Marruecos. El racismo y la intolerancia que anida en estos individuos les impide entender que las mujeres en el mundo occidental tienen los mismos derechos que los hombres. Lamentablemente, esas vejaciones las padecen también el personal masculino de la Policía y Guardia Civil, aunque en menor medida.
Esas actitudes racistas y violentas, de ciudadanos marroquíes hacia los españoles, fomentada por asociaciones sostenidas, alentadas y creadas por la monarquía marroquí, no son denunciadas en España por ONGs musulamans -la mayoría marroquíes- que encima se mantienen gracias a las generosas subvenciones del Estado español. Tampoco hemos sabido que los miles de súbditos de Mohamed VI que a diario acuden a los centros sanitarios de Ceuta y Melilla, se hayan solidarizado con las policías españolas insultadas y agredidas ni critiquen la actitud beligerante de las asociaciones de sus compatriotas.
Por su parte, los sindicatos policiales españoles han criticado con dureza la pasividad de las autoridades españolas, que permiten una y otra vez, que estos hechos ocurran. Así, la CEP ha criticado duramente «los ataques de Marruecos contra el trabajo del CNP en la frontera con Melilla, defendiendo a los agentes allí destinados y reclamando que el Gobierno ponga fin a estas críticas oportunistas«.
Entre tanto, el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos -sigue de vacaciones en su país preferido, Francia-, y el de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, permanecen ausentes, ajenos a este grave asunto, sin que hayan hecho nada por defender a nuestros policías y a los ciudadanos españoles de Ceuta y Melilla.
Varias son las preguntas que nos vemos obligados a realizar:
¿No informó el CNI (Centro Nacional de Inteligencia) de lo que Marruecos estaba preparando? ¿Cómo no se refuerzan las fronteras de Ceuta y Melilla con más efectivos de la Policía Nacional y Guardia Civil, como piden los sindicatos de estos dos cuerpos? ¿Cómo es que Defensa no ha enviado barcos para evitar el desabastecimiento de las ciudades españolas? ¿Por qué no regresan las tropas españolas de Afganistán y se ponen en las fronteras con Marruecos?
De paso, nos gustaría saber cómo es que la presión del rey de Marruecos sobre Ceuta y Melilla coincide con la masiva llegada de pateras a nuestras costas.
¿Hay que prepararse ante una nueva sorpresa marroquí…?