Economía
Manuel Funes Robert (20/9/2010)smith
La contraposición como doctrinas opuestas a las que crearon Smith y Marx ha costado a la humanidad sangre, sudor y lágrimas sin cuento. Y de ello no son responsables los dos grandes maestros, sino sus intérpretes que radicalizaron los dos grandes mensajes.

Cuando dos filósofos examinan un mismo fenómeno y uno descubre lo bueno que hay en él y el otro lo malo que hay en él, ambas aportaciones son complementarias debido a que las dos visiones pueden coexistir puesto que en todo lo humano hay algo de bueno y de malo.

El liberal ha descubierto las virtudes de la libertad de iniciativa en la cual el egoísmo llega a vencer a la virtud movido por el propio interés. Pero esta doctrina es compatible con que al mismo tiempo el dueño de los medios de producción aproveche su poder para explotar al que dispone solo de su trabajo, el cual, aún siendo explotado se beneficia de la libre competencia pues su salario mísero le sirve para comprar más si hay libre competencia.

Y al revés, la explotación del débil por el fuerte es compatible con que haya libre competencia en beneficio de todos. Así pues, las dos escuelas son complementarias puesto que pueden coexistir en el tiempo. La discrepancia nace entre el liberal en su pensamiento originario considera que el mercado es básicamente bueno pero no intrínsecamente bueno. El marxista afirma que el mercado es básicamente malo pero no intrínsecamente malo. Los intérpretes han sustituido la palabra básicamente por la palabra intrínsecamente, con lo cual los dos sistemas son incompatibles y uno tiene que expulsar al otro. De ello se deduce que no es la visión de los grandes maestros, sino la interpretación que de sus enseñanzas han hecho sus sucesores.

Y vamos a poner un ejemplo estelar y reciente. El éxito de China nace de la aplicación sucesiva de ambos sistemas. El comunismo en la primera fase permitió usar plenamente el poder total del Estado, que es precisamente la base del comunismo. Pero acto seguido, los mismos gobernantes comunistas han impuesto en China los principios liberales. Y de esta combinación, la primera en la Historia, se deduce y explica el poder creador de ambas escuelas bastando para ello que se apliquen sucesivamente. La población china es el 20% de la población mundial y eso lleva a que una parte importante de la población mundial haya sabido sacar fruto a las dos grandes escuela.