Marruecos/España
espacioseuropeos.com (16/9/2010)mohamed-vi
Los chantajes, las amenazas y, quizás algo más, ha sido el leguaje-método empleado, desde hace muchos años, por Marruecos con España. En el suelo patrio, excepto alguna esporádica ocasión -Perejil, una de ellas- los gobernantes españoles han cedido al chantaje, a la amenaza y a la presión, con la indiferencia, en la mayoría de los casos, de la ciudadanía española.

Las últimas provocaciones del reino alauita en Melilla, y en menor medida en Ceuta, que tuvieron lugar el pasado mes, han sido el inicio de una nueva embestida. Marruecos siempre ha sabido aprovechar algún momento de debilidad del Estado español. Y ahora, la monarquía alauita cree llegado ese momento. Con el Jefe del Estado enfermo, al parecer, y con un Presidente de Gobierno en sus horas más bajas, Marruecos prepara su nueva Marcha Verde.

Pero, el reino alauita, se equivoca en una cosa. Puede que los gobernantes españoles -como ha pasado recientemente- se dobleguen a los dictados del rey Mohamed VI, pero el «asunto marroquí» ha llegado en forma de hartazgo a las salas de estar de la mayoría de los ciudadanos españoles. Y no nos referimos en este caso a Ceuta y Melilla. No, no; el asunto es otro. Casi un millón y medio de marroquíes viven en España, pero es sólo una mínima parte la que trabaja. Nada más hay que ver las plazas de nuestras ciudades y pueblos, para darse cuenta del elevado número de marroquíes deambulando de un lado para otro.

Pero, aquí todos tienen sanidad pública -en Marruecos NO-; muchos de ellos viven en viviendas sociales o pisos de acogida; gozan, en muchos casos, de becas de comedor para sus hijos y de otra serie de privilegios. Esos beneficios sociales que aquí reciben durante años y años,  lo son a costa de muchos españoles.

Muchos de esos marroquíes han obtenido la nacionalidad española sin grandes trabas, aún no sintiéndose como tales; más bien al contrario, alardeando que esta tierra es suya, y que la recuperarán.

Todo esto, sin adentrarnos en aspectos tales como la delincuencia, el comercio del hachis y la violencia de género, afectan sociológicamente a los ciudadanos españoles. Habría que mencionar otro aspecto, como es el del terrorismo. De un tiempo a esta parte, nuestras autoridades policiales han detectado un incremento de células islamistas radicales, sin obviar que la mayoría de los condenados en los atentados el 11-M en Madrid, son súbditos marroquíes y, curiosamente, varios de ellos cobraban como confidentes del CNI, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.

Viaje de Rajoy a Melilla y amenazas del Primer Ministro de Marruecos
Ante el anuncio de un viaje de Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, a Melilla, Marruecos le ha enviado urgentemente una carta rechazando de plano su visita a Melilla. La carta la firma FassiAbbas El Fassi, Primer Ministro de Marruecos y líder del partido Istiqlal.

En la misiva, El Fassi advierte a Rajoy acerca de que su visita a Melilla empañará «el clima cordial» de las relaciones entre Marruecos Y España, a la vez que reclama un diálogo para «poner fin a la ocupación de Ceuta y Melilla».

mariano-rajoy-y-soraya-saenz-de-santamariaEn la carta, se expresa el  «rechazo total» a la visita que hoy realizará Rajoy a Melilla, pues -según Marruecos- constituye «un atentado manifiesto contra la dignidad y el sentimiento nacional» de los marroquíes.  Para El Fassi, la visita del líder del PP a Melilla constituye «un comportamiento que contrasta con el espíritu de amistad y los principios de buena vecindad y de respeto mutuo así como con las relaciones francas y sinceras entre los dos reinos».

Por su parte, Soraya  Sáenz de Santamaría, Portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, en el transcurso de una entrevista en el Canal 24 Horas, ha dicho: «Pido al Gobierno que defienda el derecho de Rajoy de visitar una ciudad española como Melilla», y que lo haga «sin medias tintas ni silencios cómplices».

Para nosotros, la situación es bien sencilla, y no merece la pena hacer grandilocuentes análisis de alta política ni enrevesadas consideraciones geoestratégicas. Ceuta y Melilla forman parte del territorio nacional español, y cualquier ciudadano de esta nacionalidad, sea dirigente del PP o no,  puede ir a ellas cuando quiera, le plazca, lo necesite o le de la real gana.

Lo que es lamentable, es que hasta ahora el Gobierno de España no haya hecho una declaración de apoyo a la visita de Rajoy, y descalificando en su totalidad, el contenido de la carta de Mohamed VI, aunque firmada por su Primer Ministro.