Guinea Ecuatorial
Faustino Ondó Ebang (9/11/2010)faustino-ondo-ebang
Las leves esperanzas de un cambio hacia la democracia de nuestro pueblo, Guinea Ecuatorial, se han visto frustradas de nuevo, gracias a la continuidad en la colaboración del Gobierno español con la dictadura guineana.  Las esperanzas de que ya no hubiera más detenciones arbitrarias, por el hecho de discrepar del tirano Obiang Nguema, ni más torturados ni fusilados, entre nuestros hermanos guineanos, se han visto frustradas de nuevo, gracias al apoyo del Gobierno de España.  

La constatación de nuestra frustración viene de las declaraciones de la nueva ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, Trinidad Jiménez, hechas con motivo de la visita de su colega guineano, el ministro Pastor Michá. Jiménez declaró que España seguirá ayudando a Guinea Ecuatorial a «mantener su estabilidad política».

¿Qué estabilidad política hay o puede haber en un país donde se detiene, encarcela y tortura -o fusila- a ciudadanos, por el simple hecho de pertenecer a la oposición a la dictadura, sin que haya motivos para ello? Yo mismo he sido victima de varias detenciones y torturas al igual que mi mujer y algunos de  mis hijos, hasta que, en mi última detención fui encarcelado durante cinco largísimo años sin que hasta la fecha me hayan dado explicaciones.

Estoy seguro que si la ministra española hubiese sido objeto de algo así, no opinaría lo mismo del régimen guineano, ni estaría dispuesta a ayudarlo, por mucho negocio que hubiera con él.

España, le dijo la ministra Jiménez al ministro de Exteriores de Guinea Ecuatorial, dará el apoyo a su país para  «el mantenimiento de la estabilidad política» y así avanzar en la consolidación del estado de derecho. Literalmente la ministra le dijo a Pastor Michá que España seguirá ayudando a Guinea Ecuatorial en «el mantenimiento de su estabilidad política y en la superación de los retos aún pendientes en materia de gobernabilidad y transparencia y consolidación del estado de derecho».  Cosa que se viene diciendo desde hace más de tres décadas sin que el pueblo haya podido constatar mejora alguna en todos los ámbitos.

Desde hace muchos años, España colabora con la dictadura guineana en todos los terrenos, sin mantener la más mínima crítica contra el dictador. Desde el Gobierno español no se ha podido escuchar una sola frase en contra de la creación de un Premio de la UNESCO con el nombre del dictador. No criticó ese posible premio, ni aún después de que el Comité Ejecutivo de ese organismo de la ONU, se viera obligado a aparcarlo tras las criticas iniciadas desde modestas páginas Web hasta que Estados Unidos dio el puñetazo.

Tampoco desde España hubo ni la más mínima acusación, crítica o enfado por los fusilamientos de cuatro guineanos el pasado mes de agosto.

Guinea Ecuatorial ha sido expulsada del Comité Olímpico Internacional por corrupta; Guinea Ecuatorial figura en décimo puesto -según Transparencia Internacional- de los países más corruptos del mundo.

Todo esto no le importa a España, que sigue apostando por el dictador Teodoro Obiang Nguema, quizás esperando que a éste, en algún momento,  le pueda suceder la persona en quien confía España, en cuyo proyecto ha gastado y sigue gastando ingentes cantidades de dinero, a la vez que cosecha desprestigio tras desprestigio, tanto España como el designado.

Nosotros, desde Ciudadanos por Guinea Ecuatorial, cuya coalición me toca coordinar este mes, una vez  que hemos visto que lo que hay, que no es «más de lo mismo», ponemos en marcha nuestro Plan B, para tratar de llevar a nuestro país la democracia, la libertad y el reparto del bienestar entre nuestros conciudadanos. Que, el pueblo de Guinea Ecuatorial debe saber que la libertad se conquista y a cualquier precio,  por lo que ellos deben estar preparados para apoyar resueltamente las iniciativas que está poniendo en marcha Ciudadanos por Guinea Ecuatorial, consistentes en echarle del poder al insensato tirano, e instaurar una verdadera democracia en nuestro país.