Economía
Manuel Funes Robert (24/1/2011)trichet-foto-de-economia-y-finanzas
Al alcanzar el petróleo los 80 dólares barril, Trichet ha lanzado su propósito de elevar de nuevo los tipos de interés. Este hombre sigue creyendo que el encarecimiento de las cosas se combate con el encarecimiento del dinero, que es materia prima de todas las cosas.

En suma, sigue fiel a su receta de combatir la enfermedad con dosis adicionales de la propia enfermedad. Pero ahora las circunstancias son mucho peores que en los años 2007 y 08 cuando Trichet, elevando cada mes las cuotas hipotecarias a la mitad de las familias europeas, inició la crisis que todavía padecemos. Aquel golpe al consumo transmitió al resto de los sectores y la crisis hipotecaria se convirtió en crisis general. Trichet iniciaba su mandato haciéndole al sistema financiero el mejor regalo de su historia: doblar sus ingresos sin dar ni un euro ni un día de más.

Pero la situación ahora difiere de la de entonces. Había pleno empleo y alto nivel de actividad. En nuestro caso la repetición del castigo Trichet lo haría sobre una población comunitaria empobrecida, con lo cual los efectos serían mayores. Pero hay un sector de la población del que se habla muy poco. En el desarrollo de la primera crisis el paro masivo obligó a los hipotecados que no podían hacer frente a los pagos entregar sus viviendas que eran las garantías de los préstamos. Y a la magnitud del paro se correspondía una acumulación en el sistema financiero de viviendas que trataban de quitarse de encima vendiéndolas lo antes posible y con ello el propio sistema acreedor disminuía en su contra el valor de las garantías a lo cual respondían los mercados exigiendo más dinero por las hipotecas concedidas lo que les llevaba a encarecer los intereses que cobraban. Así, una parte importante de la población se quedaba sin trabajo, sin vivienda y con una deuda mayor de la que contrató.

Trichet sigue manteniendo su alianza oculta con los mercados y entre los gobernantes del ajuste y las presiones bancarias para cobrar el incremento a los forzados insolvente,  aumentará el riesgo de la única posible solución que se ve en el horizonte, la rebelión social masiva para la cual ya dispone del sistema doctrinal básico como fundamento de la misma. Trichet no actúa como presidente del BCE, sino como delegado y servidor dentro de dicho banco de los sistemas financieros privados.