España-Guinea Ecuatorial
espacioseuropeos.com (30/1/2011)jose-bono-ptresidente-congreso
El pasado viernes, un ictus en el cerebro de nuestras computadoras, causado por el impacto que produjo la anunciada visita de José Bono a Obiang Nguema, nos ha impedido editar espacioseuropeos.com. Una vez que los técnicos han conseguido, tras arduos esfuerzos, restablecer la corriente energética por el cableado, y tras los consiguientes ejercicios de recuperación, volvemos a estar de nuevo con nuestros lectores.

Las computadoras (ordenadores) hoy en día están alcanzando tal estado de  perfección, que en algunos casos -como sucede con la avanzada tecnología que empleamos nosotros- su trabajo no está carente de cierto grado de inteligencia propia y, como tal, de tener emociones. Es el caso que nos ha sucedido.

La noticia de que José Bono, presidente del Congreso de los Diputados de España -tercera autoridad de la nación, según el protocolo del Estado-, viajará en breve a Guinea Ecuatorial para visitar al sátrapa Teodoro Obiang Nguema,  ha sido la causante de que un ictus dejase incapacitadas a nuestras computadoras.  La rápida intervención de expertos técnicos ha conseguido que el flujo energético se haya restablecido en una marca de tiempo no lograda hasta ahora. Y lo que es más importante, sin dejar secuelas. Lamentablemente, esos técnicos se marchan mañana a Berlín (Alemania), dentro del contingente de un millón de titulados españoles que reclama Ángela Merkel.

Entre tano, aquí, nuestros políticos más progresistas, desoyendo las vergüenzas que ha publicado en un informe la prestigiosa asociación estadounidense, Human Rights Watch (HRW) -que ha puesto de chupa domine a los países europeos por cobijar, apoyar, negociar, consentir -y demás infinitivos- a dictadores africanos (entre los que se encuentra Obiang Nguema), toda clase de tropelías a cambio de petróleo y otros pingües negocios.

José Bono, desoyendo la voz interior de su acendrado catolicismo, se ha dejado llevar por las tentaciones más mundanas de lo temporal y terrenal, como es el poder y la riqueza,  que le acercan a los intereses de petroleras, de Caja Castilla la Mancha, de empresarios como Francisco Hernando «El Pocero»  o  Rafael Santamaría, dueño entre otras muchas compañías, de Reyal Urbis.

Junto a Bono, viajarán Josep Antoni Duran i Lleida (democracia cristiana), el progresista Juan Moscoso (PSOE) y Gustavo de Arístegui (PP), que últimamente no se pierde una.

Nosotros, recuperado nuestro habitual vigor, nos ponemos a laborar, dando a conocer al mundo la buena nueva de que España no abandona a sus amigos, entre los cuales se sitúa en primera línea el dictador Teodoro Obiang Nguema. Y con el debido respeto, pero con toda la energía, saber y valor, nos ponemos a denunciar tamaña desvergüenza.

¡No, al viaje de José Bono a Guinea Ecuatorial!