España
espacioseuropeos.com (6/4/2011)felipe-gonzalez
Que sepamos, hasta ahora el ex presidente del Gobierno, Felipe González, no ha hecho declaraciones sobre las acusaciones del ex jefe de la Brigada de Información de Bilbao de la Policía Nacional. Planchuelo afirma que Felipe González  autorizó a los GAL «realizar secuestros«.

Miguel Ángel Planchuelo aseguró en la Audiencia Nacional que «el Gobierno autorizó la ejecución del secuestro en 1983 de Segundo Marey, acción por la que fue condenado en 1998 por el Tribunal Supremo a nueve años y seis meses de cárcel», según recogen varios medios de comunicación.

En la actualidad, Planchuelo, se enfrenta a una petición de 114 años de prisión a causa de la acusación de la Acción Popular contra los GAL. La acusación lo es por «ordenar dos ataques cometidos en 1986», aunque el ex policía solo reconoce su participación  en el caso Marey, negando las acciones contra los bares ‘Batxoki’ y ‘Consolarion’ de Francia.

Planchuelo trató de justificar su participación en el secuestro de Marey «debido a las circunstancias que se estaban produciendo en el País Vasco (…) Era un caos, un muerto hoy y otro mañana, el Gobierno autorizó que se podía hacer un secuestro», afirmó ante el tribunal de la Sección Tercera que le juzga.

Por otro lado, el ex policía ha negado conocer a tres mercenarios portugueses, presuntos colaboradores de los también policías  José Amedo y Michel Domínguez, adscritos a su brigada. Según la acusación, todos ellos colaboraron en los atentados de los bares antes mencionados.

José Amedo ha sido más contundente: «las acciones de los grupos fueron decisión del ex presidente del Gobierno, Felipe González. Felipe González estaba detrás de todo». Según el ex policía, «la puesta en marcha de los GAL fue una decisión exclusivamente política».

Mercenarios portugueses
Rogério Fernando Carvalho da Silva
, uno de los mercenarios portugueses, autor material de los disparos contra los bares franceses ´Batxoki´ y ´Consolation´, hechos reivindicados por los GAL, aseguró ayer en sus declaraciones ante el tribunal que juzga a Planchuelo, que Aníbal Cavaco Silva, actual presidente de Portugal  «dio la orden para que no se hable de esto porque es secreto de Estado». El mercenario Carvalho afirmó que esa fue la razón por la que, en un principio, se había negado a declarar.