Bruselas
espacioseuropeos.com (19/4/2011)tren-de-tunecinos-con-destino-a-francia
Italia y Francia atraviesan, una vez más, ciertos enfrentamientos por el asunto de la inmigración, en concreto por la que procede de Túnez. La tensión entre los dos países ha llegado a Bruselas. La concesión de ´residencia temporal´  a más de 20.000 tunecinos y el derecho de éstos a poder desplazarse por Europa, de acuerdo con lo estipulado en el tratado de Schengen.

Francia ha impedido que varios trenes, procedentes de la localidad italiana de Ventimiglia entrasen en su territorio, con destino Marsella, lo que provocó tensiones entre los dos países.

Tanto Francia como Alemania y Bélgica, entre otros países, se mostraron contrarios a la decisión italiana de conceder permisos temporales a 20.000 tunecinos que llegaron a la isla de Lampedusa tras la crisis tunecina. Las protestas de esos países europeos se basa en que la libre circulación de personas por los 25 países del espacio Schenguen precisa, además de ese permiso concedido por Italia, la presentación de un pasaporte actualizado y recursos financieros suficientes.

Italia conoce eso, por supuesto, pero con esa concesión de permisos temporales, sabe que la mayoría de esos tunecinos irían a parar a Francia, antigua metrópoli, donde tienen a familiares y donde el idioma le es más familiar.

Francia ha actuado con rapidez y dureza, no quiere que los tunecinos aumenten los problemas que ya tiene con su inmigración.  

Italia ha presentado una protesta formal en Francia contra la  medida tomada por el gobierno galo de impedir la entrada de trenes procedentes de Ventimiglia. El ministro italiano  de Relaciones Exteriores, Franco Frattini, afirmó ayer lunes que «El problema de la inmigración se está convirtiendo un poco como el tema nuclear: todo el mundo quiere hablar pero nadie lo quiere en su jardín».

Bruselas ha mediado en el conflicto entre Italia y Francia, manifestando que París ha respetado las reglas europeas al suspender la circulación de trenes desde la localidad italiana de Ventimiglia.

Cecilia Malmstrom, comisaria europea de Interior, ha manifestado que el acuerdo Schengen permite suspender la circulación «por razones de orden público» de los trenes entre Italia y Francia, a la vez que insta a los dos países a resolver sus diferencias.

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