Bruselas
espacioseuropeos.com (4/5/2011)midiendo-la-radioactividad-en-japon
La decisión de Bruselas -ente ´administrativo- financiero-político´ en el que cuecen nuestros destinos- ha tomado la vergonzosa decisión de reducir los niveles de radioactividad permitidos hasta ahora en alimentos y animales. A tal efecto, y ante tamaña decisión, la Comisión Europea afirma que todos ¿? los controles efectuados hasta el presente por los países miembros -España incluida- «muestran niveles insignificantes de radiactividad».

La medida se refiere en general a todos los alimentos y animales que entren en la Unión Europea, incluyendo a Japón.

Los controles realizados, según Bruselas,  «muestran niveles insignificantes de radiactividad», razón por la cual acordaron reducir los niveles permisibles de iodo-131, cesio-134 y cesio-137. Los nuevos límites, o sea más permisividad, serán de aplicación en las «12 prefecturas japonesas», incluyendo las zonas que se encuentran afectadas por el escape radioactivo de la central nuclear de Fukushima.

La desidia de la UE  queda en evidencia si tenemos en cuenta que durante los últimos 24 años no se han revisado los niveles de radioactividad. Ahora, parece, que se van a poner  en marcha nuevos protocolos, pero antes los científicos tendrán que determinar los niveles aconsejables.

Hay que recordar que hace un año, Bruselas también fue permisiva  al permitir más toxicidad en los frutos secos. Por entonces, la Federación de Cooperativas Agrarias de Catalunya (FCAC) denunció que la UE preparaba «una normativa que flexibiliza los límites de toxicidad permitidos en almendras, avellanas y pistachos». En concreto, la denuncia alertaba de que el  «reglamento modificaría al alza los contenidos máximos de aflatoxinas autorizados en determinados frutos secos con relación a los que están vigentes actualmente».

Muchos de esos frutos secos, como las nueces, por ejemplo, nos llegan de California, Estados Unidos. Y no estaría de más, que alguien investigase qué diputados europeos o altos jerarcas del funcionariado de la UE, ha tenido y tiene algo qué ver con la permisividad de que nuestros estómagos engullan tanta porquería.

No hay etiquetas para esta entrada.