Andorra/España
José Manuel G. Torga (21/6/2011)
Andorra, el País de los Pirineos, en cuyos valles podemos encontrar como una síntesis del urbanismo español y del francés, sin más gigantismo que el de sus montañas, siempre próximas, es un lugar ideal, no sé si para vivir -que a lo mejor también- pero, desde luego, para pasar unos días.
Por eso ha sido un acierto, atravesar la frontera por esta vez, y celebrar allí el XXXII Congreso Nacional de FEPET (Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo), teniendo como anfitriones a las autoridades del sector en el coprincipado.
Participamos 36 profesionales del gremio. Instalados en el Art-Hotel, cuyo director nos guía por sus modernas instalaciones, abre el programa una cena de bienvenida, ofrecida por el gerente de Andorra Turisme, Alexandre Andrés.
Como es de rigor, el Congreso abarca, por un lado, las deliberaciones sobre cuestiones de actualidad en el ámbito turístico y, por otro, el conocimiento «in situ» de aspectos destacados de la oferta dispuesta para el visitante. Algo de teoría y algo de práctica, para vivir globalmente los fenómenos de la especialidad, entre el 9 y el 12 de este mes de junio.
La mañana del viernes, día 10, comenzaba temprano en el Centro de Congresos de Andorra la Vella, el último grito como sede para convenciones y otro tipo de actos participativos así como para espectáculos. Posee un auditorio para 900 personas y otros espacios polivalentes, convertibles en un número variable de salas, de diferente capacidad. El edificio no está concebido para albergar actos masivos, con miles de participantes; pero resulta muy apropiado para Congresos con una afluencia más reducida y también para reuniones de empresas.
Esta fue la sede del Congreso de FEPET, abierto con el normal intercambio protocolario de palabras, en el que participaba el presidente de nuestra Asociación, Mariano Palacín. Saludaba a los congresistas, la consellera de Cultura y Turismo de Andorra la Vella, Maite Cano, quién subrayó la importante inversión que ha supuesto el Centro de Congresos, y calificó a Andorra como un «país de ensueño, que tiene todo lo que un turista necesita».
El ministro de Turismo y Medio Ambiente de Andorra, Francesc Camp, nombrado recientemente, indicó que el turista español percibe a Andorra como destino de Deporte de Nieve y de compras; pero no de Montaña y Naturaleza, que también lo es. Reconoció, además, que desde 2009 registran un decrecimiento del 5% en la afluencia turística, algo que considera se debe a la crisis económica europea.
Ponencias y Mesa redonda
La presentación de las ponencias, moderada por Alexandre Andrés, contó con la intervención de Noemí Pedra, directora de «marketing» de Andorra Turisme, apoyada en un vídeo sobre el país; a continuación, ella misma sustituye, en el desarrollo del tema «Andorra, destino de Congresos», a Soraya Valls, coordinadora de Andorra Convention Bureau, que no pudo asistir por haber sufrido un accidente de tráfico, afortunadamente de carácter leve; Ricardo Masegosa, director de «Naturlandia», trató del complejo a su cargo, de capital público, como un ejemplo representativo para la práctica del deporte de aventura. Hace referencia, entre otras cosas, a que no existen casinos de juego en Andorra porque, hace un siglo, se pelearon dos jugadores y el obispo copríncipe intervino para establecer la prohibición. También dejó constancia de que la temporada de nieve parece reducirse por la evolución climática en los últimos años, nada menos que de siete a sólo unos cuatro meses.
A continuación, los componentes de una mesa redonda, desarrollaron el enunciado «Turismo de Montaña, Compras y Reuniones», actuando como moderador Pedro Palacios, vicepresidente del Club Prensa del Turismo, de Cataluña.
Jordi Pérez, director del diario La Mañana, de Lérida, cuantificó algunos datos sobre Andorra: así, la existencia de 260 establecimientos hoteleros; 9 millones de turistas en el año 2010, de los cuales unos 5 millones proceden del mercado español; bajo nivel de pernoctaciones; y 19 museos temáticos abiertos. Mencionó, a su vez, la desaparición del carácter de paraíso fiscal que hasta fecha reciente ostentó el país.
También Joan Cal, director del periódico Segre, de Lérida; Ricard Poy, director de Diari de Andorra; y Almudena López, jefa de Informativos de Televisió d’Andorra, suscitaron aspectos destacados sobre peculiaridades de Andorra, entre otros, los problemas de comunicaciones para llegar a su territorio. En torno a varias materias hubo un animado coloquio.
La cena de clausura del Congreso tuvo lugar, al día siguiente, en el Andorra Park Hotel. Palacín entrega sendas placas de FEPET a Alexandre Andrés, a la consellera de Turismo de Andorra la Vella, Maite Cano, y a Soraya Valls, en franca recuperación de su accidente de moto. Maite Cano remató sus palabras con un expresivo «¡Que volváis pronto!».
Ha sido mi tercera visita a Andorra, uno de los microestados europeos, entre los cuales el de menor extensión es El Vaticano. Andorra cuenta con una superficie de 468 K (un 8%, urbanizada y cultivada; y el 92%, de bosques, lagos, ríos y montañas). La población está sobre los 84.000 habitantes.
Turismo sobre el terreno
Quedan por reseñar, las experiencias turísticas concretas sobre el terreno, como el almuerzo en «Sagardi. Cocineros vascos». Este grupo empresarial, creado en 1996, cuenta con 22 restaurantes y 2 hoteles. Dentro de España, la cadena se extiende por Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza. En el extranjero comenzó por Buenos Aires y Andorra; pero, en 2011, llega a Ámsterdam, México D.F. y Santiago de Chile.
Para ver de cerca una muestra del románico andorrano subimos hasta la Iglesia de Sant Miquel de Engolasters, de nave diminuta y alta torre, que pudo facilitar tareas de vigilancia a lo lejos.
El Museo del Tabaco, en Sant Juliá de Lória, ocupa la antigua fábrica de tabacos Reig, que funcionó desde 1909 hasta 1957, en tiempos en los que el cultivo, la industrialización y el comercio del tabaco contaban económicamente, en una cuantía muy apreciable, para un sector de la población andorrana.
En el perímetro de la misma parroquia de Sant Juliá de Loria, en el Bosque de la Rabassa, está el asentamiento de «Naturlandia», estación de esquí de fondo y parque natural, con una variedad de posibilidades en deportes de aventura. La organización ofrece paseos diurnos y nocturnos con trineos de perros; salidas con raquetas de nieve, con o sin motor; itinerarios de Naturaleza, en moto de nieve o «quad»; prácticas con tiro de arco…
Como atracción espectacular figura el «Tobotronc», anunciado como «el tobogán alpino más largo del mundo» (3.550 m de descenso). La velocidad resulta limitada con un tope máximo de 40 km/hora. El freno permite reducirla; pero nunca se debe detener el vehículo.
Este cronista no pensaba subir al «Tobotronc»; pero, al final, se animó. Una especie de vértigo -muy superable- se siente en los tramos más pronunciados de bajada hasta el correspondiente giro. Hay que evitar, además, acercarse demasiado a quienes van por delante. Los 1.700 m del ascenso, en línea recta, resultan mucho más suaves y relajantes. Un hecho cierto es que la digestión de la comida seguía su curso natural después de haber repuesto fuerzas en las alturas. Allí arriba el aire estaba más fresco. Y parecía más puro. Daba gusto respirar.