juan-manuel-rojasMadrid (España)
espacioseuropeos.com (6/8/2011)
El 31 del pasado mes publicamos la odisea de Juan Manuel Rojas, presidente de la ´Fundación Vegetariana PRP´ y enfermo de Parkinson, expoliado en la India y Guinea Ecuatorial. Su bondad y despego por lo material le han llevado a tener que tomar decisiones que han afectado seriamente a su salud física. Desde ayer viernes se encuentra en huelga de hambre -la segunda en su vida- en protesta por el robo, agresiones expolio -según él, y así lo confirma la abundante documentación que obra en su poder- del gobierno del estado de Haridwar en la India, al que acusa de agresiones, abuso de autoridad y robo, entre otras cosas.

El pasado mes de mayo inició otra huelga de hambre, que duró treinta días, y que finalizó el 8 de junio. Desde entonces permanece todos los días de 11.00 a 14.00 horas, los días laborables, en la puerta de la sede de la embajada de la India en Madrid, cerca de la de Guinea Ecuatorial -otro país con el que tiene conflictos-, portando una gran pancarta con el siguiente texto: ´INDIA ROBA´.

Esta historia se remonta al 4 de noviembre de 1997,  cuando él y otros socios de su fundación, entre ellos  Antonio Campaña  Padillaal, levantan en el estado indio de Haridwar un pequeño «balón de oxígeno» para cientos de niños y jóvenes indios. Pero, el terreno que compraron para llevar a cabo sus proyectos humanitarios fue objeto de la codicia de constructores y castas superiores. Y así un día, un magistrado de ese estado indio les mandó un grupo de matones, armados de bastones para «solucionar» el asunto.

Ayer viernes, como decimos, ha comenzado una huelga de hambre ante la sede diplomática de la embajada de la India en Madrid, para  «llamar la atención de las autoridades indias y españolas, e intentar que tomen cartas en el asunto».

La página de Internet afocam.es recoge la entrevista que le hizo Eugenio Pordomngo, publicada en espacioseuropeos.

Unos se encuentran de vacaciones el Coto Doñana, otros en Galicia y otros en Mallorca, veraneando, tostándose al Sol, mientras otros padecen los rigores de su gestión.