Economía
espacioseuropeos.com (2/8/2011)zapatero
España atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia. Y lo peor es que en esta ocasión nadie da un euro por nosotros. Ahora no hay reina que empeñe sus joyas para ayudar al pueblo o para epopeyas imperiales, como fue el caso de Isabel la Católica con la aventura americana  de Colón.

Zapatero se ha encontrado hoy con la desagradable sorpresa de que los ¿mercados? nos han castigado duramente. Hoy la prima de riesgo de España ha superado por primera vez los 400 puntos. Casi todos los políticos coinciden en que la «situación es gravísima», olvidando que ellos son el verdadero problema de nuestro país; eso al menos recoge el barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas).

Nada más conocerse la noticia, los burócratas de Bruselas se han apresurado a decir que para nosotros no hay posibilidad de rescate. El consuelo es -consuelo de tontos- que tampoco lo tendrán Italia y Chipre. Lo de Italia y España se comprende, pues son economías importantes y países con una población numerosa.

Zapatero ha anunciado que retrasará sus vacaciones para atender el peligro en ciernes, pero la verdad es que tanto él como el resto del gabinete de incompetentes que le rodean se deberían largar al Caribe, en las proximidades de la finca de Chacón y consorte.

La realidad que nos muestra hoy el panorama económico es que el sobreprecio de los bonos españoles a 10 años superó los 400 puntos básicos, frente a los alemanes, que son los que marcan la financiación para un Estado y sus bancos. La rentabilidad de esos bonos supone actualmente un  6,45%, la más alta hasta ahora en la zona euro. Por si fuera poco, la bolsa madrileña perdió hoy un 2,1%.

¡Ya están aquí los anunciados brotes verdes de la ministra Elena Salgado! La lastima es que no se os lleve a todos a los tribunales, para ser juzgados; aunque visto lo visto -en España los poderosos no pisan las prisiones-, mejor no gastar un euro del erario público ni perder el tiempo.

 

¡Rubalcaba, líder, sácanos del atolladero!

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