España
espacioseuropeos.com (25/9/2011)
El rumano Ioan Clamparu, conocido también por ´Cabeza de cerdo´, acusado de ser uno de los mayores traficantes de mujeres del mundo, se ha entregado a la policía. Al parecer, el delincuente internacional estaba cansado de huir después del cerco al que Interpol le tenía sometido desde el año 2004.
Clamparu está considerado como uno de los más importantes -quizás el primero- traficantes de mujeres del mundo. Desde 2004, Interpol le buscaba por todo el mundo. Y, también, en España era objeto de búsqueda por parte de la Guardia Civil y la Policía nacional. Pues bien, el pasado jueves -según informa la Policía nacional-, el delincuente rumano decidió entregarse. Lo hizo en Madrid, harto de vivir escondido, viajando cada dos por tres, con el miedo a ser detenido.
En el año 2004 estuvo a punto de ser detenido por la policía española, pero un chivatazo provocó que huyera. Clamparu vivía por entonces en la localidad madrileña de Boadilla del Monte. Desde entonces ha permanecido en la clandestinidad.
La justicia rumana le espera para que cumpla la condena que le impuso de 13 años por blanqueo de dinero, tráfico de drogas, prostitución y tráfico de mujeres. En España, Francia, Italia y Portugal, está acusado de esos mismos delitos y otros relacionados con sus actividades delictivas.
Extraña un tano que este delincuente se haya entregado, aunque quizás ha sido consciente que el cerco policial se estrechaba en España, y ha preferido la legislación y la cárcel española a tener que enfrentarse a la de su país, Rumania.
Delincuencia rumana en España
El colectivo de inmigrantes rumanos en España es muy importante como también lo es el de ciudadanos de esta nacionalidad que cumplen condena en centros penitenciarios españoles. Raro es el día que los medios de comunicación no recogen algún delito causado por rumanos. Y es que, como ha recogido recientemente la prensa, a España e Italia ha llegado lo peor de ese bello país que es Rumania, mientras que al Reino Unido, por ejemplo, lo han hecho los ciudadanos rumanos más preparados. La permisividad de las leyes españolas, cierto «ñoñismo» (la nueva ley de Igualdad impedirá mencionar la nacionalidad de los delincuentes) con el foráneo y la necesidad -por parte de empresarios sin escrúpulos- de mano de obra barata y poco exigente, han hecho que España se convierta en un país refugio de fugitivos, delincuentes y minorías marginadas en sus países de origen.