Guinea Ecuatorial
P. O. (Corresponsal en Guinea Ecuatorial)
(6/10/2011)
El viernes día 9, del pasado mes de septiembre, aconteció un hecho que si se analiza como tal no tiene demasiada importancia, pero si recapacitamos y lo insertamos en la situación actual de Guinea Ecuatorial, nos daremos cuenta que la valoración del mismo debe ser alta. Además, hechos como ese son rarísimos, lo que es un síntoma muy importante del hartazgo de la población guineana.
Ese hecho, o sucedido, tuvo lugar en el poblado de Baho Grande. Ese día, el 9 de septiembre, se había fijado que para el sábado, día 10, iba a tomar posesión la nueva junta del poblado, como consecuencia de las exigencias del pueblo de cambiar la dirección del mismo. Al amanecer de ese sábado, un retrato enmarcado de Obiang Nguema que preside la Casa del Pueblo (donde se llevan a cabo los actos oficiales), estaba hecho añicos, roto y en pedazos en el suelo. La gente que iba a asistir al acto quedó sorprendida. Alguien había despedazado el retrato del general-presidente Obiang Nguema.
Nadie sabía -y si se sabe no lo van a decir- quién o quiénes eran los autores.
Las autoridades de la zona se pusieron rápidamente en contacto con el ministro de Interior, que de forma inmediata ordenó al gobernador de Bioko Sur -y éste a su vez al delegado de Gobierno del distrito de Riaba-, que averiguaran lo que había pasado y actuara en consecuencia. La solución que dieron fue que un vecino entregó otro cuadro de Obiang, que inmediatamente colocaron en el lugar del destrozado.
Posteriormente, la dictadura encomendó al ministro Vicente Ehate Tomí, y diputado por Riaba, que investigase lo sucedido. El ministro anda de acá para allá, nervioso, todavía no han encontrado al responsable o responsables del destrozo. Señalar que en Baho Grande hay un puesto militar, pero aún no se ha detenido a nadie. Por si acaso, la dictadura dio orden de cambiar a todos los responsables de la Junta del poblado.
La noticia del destrozo del retrato de Obiang está siendo muy comentada entre los ciudadanos, que la valoran. Para la mayoría, el que lo ha hecho demuestra mucho valor, algo que hace años o meses, era impensable. Todo un síntoma de la situación.