vomitivoGuinea Ecuatorial
Abaha (9/11/2011)
El tiempo, con o sin referéndum se le acaba a Obiang Nguema, a su cuadrilla de familiares y chupópteros sangüinolientos; pero es más, se le acaba también al «clan» español -no se le puede llamar lobby, que es una categoría mayor-, que de siempre, al amparo de «asuntos de Estado», ha permanecido siempre entre la presión de la critica suave al apoyo interesado. Muchos se han forrado a costa de esa labor. Ya se ha mencionado aquí en más de una ocasión. Primero, desde La Moncloa y ciertos servicios -en la etapa de Felipe González, donde se repartía dinero entre los opositores para «ayudarles», se decía. Pero el bocado gordo se quedaba en el camino. Ahora, en las últimas del régimen, ese clan se apresta a echar toda la carne en el asador. Tienen que apoyar al dictador cueste lo que cueste, pues en caso contrario pierden las prebendas: sobres, asociaciones, relaciones, viajecitos, etc., etc.

El rechazo a la elaboración del censo electoral por parte de la población guineana ha sido numerosísimo. Ese rechazo ha puesto muy nervioso al dictador y a su clan, el de Guinea Ecuatorial y el de España. El único recurso que le queda al clan español es hacer el paripé de que hay que votar NO en el referéndum de Obiang, que pretende modificar la Constitución; vamos, que quiere permanecer y  que le suceda, APARENTEMENTE,  su hijo ´Teodorín´.

Obiang necesita como siempre a los «observadores internacionales»  de España, que siempre son elegidos desde Exteriores-La Moncloa-Ferraz, especialmente en la etapa de Miguel Ángel Moratinos. Mal tiene que estar el asunto de seguir controlando el poder, en España y en Guinea Ecuatorial, para que Trinidad Jiménez acceda a los desatinos de Moratinos, que por cierto se dedica a ponerla de «chupa domine».

Como decimos, el asunto está tan mal, que se aprestan a volar a Malabo un grupo de esos «observadores internacionales» españoles, con la única misión de dar su vistobueno a los resultados del referéndum del domingo. Cuando regresen, después del domingo, a Barajas, declararán sin el menor sonrojo eso de que «Para ser un país africano, constatamos que los resultados han sido bastante democráticos y con una participación de más del 90 por ciento». ¡Toma ya!

¡Tenemos el aeropuerto de Malabo y Bata controlados! En el momento que lleguen los «observadores internacionales» les haremos la foto y a publicarla, pues. En el caso de que viajen en vuelo regular, pues lo podrían hacer en Falcon, a costa del Estado, vayan ustedes a saber.

¡El domingo es día de fiesta! A misa, al partido de fútbol, a tomar una cañita o una copa de malamba, pero de votar, NADA.