España
espacioseuropeos.com (31/12/2011)soraya-saenz-de-antamaria
No tenemos duda alguna de que Zapatero y los suyos han dejado a España por los suelos en todos los terrenos -ahí están las cifras-, pero lo que no acabamos de entender es cómo es que encima les otorgan Collares y Grandes Cruces. En todo caso lo que hay que hacer es auditoria tras auditoria y hacerlas públicas. Pero no, hoy por ti mañana por mí. Y así nos va.

Mariano Rajoy ha despedido el año 2011 con un bestial recorte y una subida de impuestos -ya anunció que si había deudas ocultas lo haría- generalizada. Rajoy se ha encontrado con un déficit estatal de más de dos puntos (20.000 millones de euros más de lo que los socialistas hicieron público), con lo cual se sitúa en un 8% del PIB y no en un 6 como anunciaron.

La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, acompañada de tres ministros (De Guindos, Economía, Montoro, Hacienda y Báñez, Empleo), explicó en su comparecencia ayer viernes tras finalizar el Consejo de Ministros, que con las medidas anunciadas el Gobierno de España pretende ahorrar 8.900 millones en el primer trimestre de 2012. No descartó la vicepresidenta que los recortes más duros están aun por llegar.

Algunas de las medidas anunciada son la congelación del sueldo de los funcionarios y empleados públicos (Zapatero lo redujo un 5%),  aumento de la jornada laboral de los mismos; reducción de subvenciones y presupuestos de partidos políticos, sindicatos (trabajadores y empresarios); reducción de subvenciones a RTVE, RENFE, I+D+i, Ayuda al Desarrollo, aplazamiento de Ley de Dependencia para nuevos casos. Asimismo, se reduce el número de cargos públicos -sin especificar-; se suben los impuestos -de forma temporal-, de IRPF y rentas de capital; el IBI durante dos años.; se congela el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Las pensiones subirán -lo único- un  vergonzoso 1% que comparado con lo anterior es un capitalazo. Y la subvención a los parados de larga duración (420 euros) se mantiene.

Años de vacas flacas se avecinan, mientras los corruptos, corruptores y los que les amparan, continúan a sus anchas.