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A. D. (31/12/2011)
Miguel Ángel Moratinos, ex ministro de Asuntos Exteriores en la etapa de Zapatero anda cual poseso buscando que le den un cargo. No pudo impedir que les sustituyera Trinidad Jiménez -lo que le provocó un amargo llanto- y después se le frustró ser director de la FAO, a pesar de los millones que el gobierno socialista gastó en esa campaña.

Con un bagaje a sus espaldas de adulaciones, apoyos y amistad con el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, y con el rey de Marruecos, Mohamed VI, en el que no falta el hacer oídos sordos a las peticiones de defensa de los derechos humanos, Moratinos se postula para un «alto cargo»· en el gobierno del PP.

En declaraciones a la agencia de noticias Europa Press, el ex ministro ha comentado que «aún no ha hablado directamente con el presidente, pero que sí lo ha hecho por teléfono con el nuevo de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, con quien ha quedado en tener una conversación más formal más adelante».

Con la baba resbalándole por las mejillas no ha dudado en afirmar que «desde luego, yo estoy esperando alguna propuesta de orden internacional». Con su prepotencia habitual, comentó a la agencia de noticias que  «hablará con el Gobierno actual para informar de cuáles son sus intenciones y expectativas de futuro (…) siempre he contado con el apoyo de Rajoy», a quien ya mencionó sus intenciones «cuando ganó las elecciones», informa la misma fuente.

Me alarma cuando dice -el ex ministro de Exteriores- que «siempre ha contado con el apoyo del señor Rajoy, tanto en mi candidatura por la FAO, como posteriormente en otras posibilidades que pueden surgir de carácter internacional». Patético lo de este hombre.

Sin el menor reparo, se arrodilla ante el nuevo poder lamiendo los zapatos del actual ministro: «Margallo es una persona extremadamente dialogante y su nombramiento una noticia que acoge muy positivamente. La gran virtud que tiene que tener un jefe de la diplomacia, de cualquier diplomacia, es el diálogo y, por lo tanto, valoro positivamente lo que es su actitud y sus primeras intervenciones.

Nuestro consejo es que no se le ocurra al gobierno del PP darle ninguna regalía o prebenda a este personaje, pues de hacerlo tendrá a corto plazo serios problemas. Para mejor conocimiento del afrancesado ex ministro de Exteriores de Zapatero, recomendamos estas lecturas: