tio-gilitoEconomía
Manuel Funes Robert (23/1/2012)
En reciente comunicado, y refiriéndose a Grecia y con argumentos con valor universal, el FMI ha anunciado rotundamente que Grecia no saldrá de la crisis y ello por las sucesivas curas de ajuste que se le imponen. Estas razones tan importantes por su origen como por su contenido han sido silenciadas como ocurre siempre con la argumentación anti ajustes en todas y cada una de las ocasiones en las que aparece. Y es que el anti ajuste tiene a su favor tanto la lógica como la Historia. Lo primero porque no hay cura de ajuste que no sea una reducción de la demanda y esta reducción es la causa última de la crisis. No es la falta de crédito sino la de demanda sin la cual el crédito no fluye por falta de causa.

Pero hemos descubierto un ingrediente más de la agresión macro que sufre el mundo. Desde su creación venimos denunciando la servidumbre inmoral del BCE a los mercados, que imponen la limitación de la oferta monetaria que es tanto como anular la función básica de todo banco central, oferta que no tiene más limite que el pleno  empleo de los recursos, que a la vista está que está lejos de llegar. Y ese ingrediente es el que se relaciona con los tipos de interés, nos referimos a las agencias de calificación.

Mientras el BCE tiene que disimular sus fines ocultos, las agencias rating no tienen por qué ocultar que son privadas y que solo son tres. Y ejercen el poder de calificar la solvencia determinando a voluntad de los mercados, los tipos de interés. Y como el 1% básico solo rige para los prestamos del BCE a la banca o a los mercados, el plan de sumisión de la economía mundial, esto es, mantener el dinero escaso y caro es una obra de arte de los citados intereses privados, haciendo cierta a escala planetaria la frase de Marx, otras veces citada en estas páginas: «bajo el capitalismo, el gobierno se convierte en un comité de gestión de los intereses de la burguesía».

Por fortuna este carácter depredador de las agencias rating se empieza a descubrir y a denunciar. En Alemania, donde la señora Merkel se somete a las políticas de ajuste, se ha denunciado que el carácter privado de las referidas agencias no guarda relación con el interés publico que debía dirigirlas y junto con Sarkozy, están corrigiendo y proponen una agencia de calificación publica que podría verse neutralizada desgraciadamente por caer bajo el dominio de los mercados, como ha ocurrido con el BCE.

La lógica dice que el ajuste se reduce siempre a disminuir la capacidad contributiva de la población con su serie ininterrumpida de recortes y ello explica que cada oleada de ajuste provoque fatalmente una nueva tanda de recortes porque su busca lo imposible, recaudar más cuando las gentes ganan menos.

Esta reciente reacción también da esperanzas si no fuera porque como ocurrió con el nuevo Plan Marshall del G20 de Londres y posteriormente con la oferta de los siete principales bancos centrales, en los cuales el argumento desaparece de la circulación desde el momento mismo de producirse, indica la magnitud de la opresión que se padece.