dracmaEconomía/Grecia/Europa
Manuel Funes Robert (21/5/2012)
En la línea positiva, ideológicamente hablando, sobre el tema de la crisis, hemos visto el progreso en que por primera vez en mucho tiempo se pone en duda la eficacia de la austeridad, «no basta pero es imprescindible», así dicen. Y no es que no baste, es que sobra por ser contraproducente.

Y como tras la derrota de la Merkel en las elecciones regionales la semana pasada y el cambio en Francia esperábamos una mejora de la visión, hete aquí que se aferran al mismo principio, manteniendo la austeridad en el centro de las intenciones.

Cerrado el camino del cambio de política nos queda la línea de la resistencia abierta que está teniendo en la oposición heroica en la Grecia de hoy. Y como si quisiera hacer honor a su glorioso pasado, en el mundo del pensamiento va a producir dicha resistencia el efecto que pudiera cambiar para bien la situación actual: su salida del euro, a la cual se teme más en Bruselas que en Atenas porque sería el primer éxito en la lucha contra la tiranía de Bruselas. Y es que la UM por haber sido adulterada por los mercados es la causa de la crisis y manteniendo aún el éxito político de que Europa es mas nación que antes de la UE, se está pagando un precio que no compensa: la miseria creciente, fenómeno que no afecta  y menos importa a los mercados, cuya vida y divisa ha sido el dinero escaso y caro.

Al ser la crisis actual una crisis de deuda, la crisis crece cada día como lo demuestra la continua emisión de deuda soberana por los mercados,  aunque esto no diga nada a quien le interesa no ver. Las intervenciones del BCE, que por ser escasas no hacen más que apagar fuegos contienen otro error: se pasa de la deuda a los «mercados» a la deuda al BCE, cuando adquiere deuda. Como llevamos insistiendo en los últimos meses, las compras del BCE de deuda no deben generar obligación de devolución pues el BCE lo crea de la nada.

Cuando Grecia consiga salirse del Euro, los mandatos se habrán terminado pues no necesita la del euro al poner en marcha su dracma. Por otra parte, como inicialmente el dracma saldrá subdevaluado respecto al euro, la salida de Grecia de la UM provocara una exportación masiva de productos griegos a la Unión Monetaria.

La salida de Grecia será, pues un estimulo para el resto de los países por lo cual la negativa y meritísima salida de Grecia puede suponer la salida de la crisis, lo cual es lógico puesto que con la Unión Monetaria  nació la crisis.