Rajoy y Obama. Foto La Moncloa
Rajoy y Obama. Foto La Moncloa

Economía
Manuel Funes Robert (20/8/2012)
Nos vemos complacidos al comprobar el avance de nuestra vieja doctrina, la que ponía el origen y la solución de la crisis en la actuación correcta y conforme a su naturaleza del BCE. Porque donde se ha consagrado la frase ´banco malo´, había un banco peor que era el BCE, gobernado por servidores de los mercados.

Obama acaba de decir que los bancos centrales deben dejar de ser oficinas de precios para convertirse en un verdadero banco central, cuya misión originaria y central es proveer de liquidez al sistema con cargo a la capacidad legitima que tiene de crear gratis la liquidez que se necesita. Pero Obama ha dicho algo más: que compre masivamente deuda a los Estados soberanos; es decir, que sumadas todas las deudas de este tipo, el BCE se subrogue en el pago de las mismas y acepte el crecimiento regular de la oferta monetaria como condición necesaria para que crezca el PIB, como existe siempre en la relación entre un fin y un medio.

También Guindos nos ha sorprendido con su petición de que esa intervención del BCE se haga sin demora y sin límite cuantitativo, cosa verdaderamente sorprendente. Y  también se ha acercado aunque no del todo al significado de los fondos que dicho banco pone en circulación. Ha dicho que no se consideren dichos fondos creditos preferentes a favor del BCE, lo cual permitiría aceptar que con no darles el carácter de preferente se mantiene el concepto de deuda, lo cual no cambiaría la situación sino el cambio de un acreedor -los mercados- por otro acreedor, el BCE.

El tema no se cierra y termina mientras no se diga abiertamente  que los dineros procedentes del BCE, no son créditos a favor de éste, sino cumplimiento de la obligación de todo banco central, que es adaptar la masa monetaria a las necesidades y posibilidades que nos ofrece la situación real. Por tanto no basta con decir que el crédito no sea preferente, que es lo que ha dicho Guindos, sino que simplemente, no exista, porque el creador de dichos fondos no es dueño de los mismos, pues los obtiene de la nada que es el origen natural del dinero moderno.

Estas dos excelentes declaraciones se ven negativamente afectadas por lo que en los mismos días ha dicho Rajoy; «para poner en marcha los planes en curso de recuperación hay que esperar a ver que decide el BCE», lo que significa ponerse a sus órdenes y a su servicio de quienes a su vez viven y sirven a los que se lucran con el dinero escaso y caro.

Y la prueba que esta es la direccion correcta es la explosión instantánea y masiva de optimismo que afecta a la economía en cuanto se habla de inyectar liquidez porque en no inyectarla  está el origen de la crisis.