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[SEPA/FV] Diario El Peso (13/11/2012)misiles-rusos
En el marco de la escalada de tensión que se está produciendo en oriente medio, Rusia ha decidido desplegar en su frontera sur al quinto regimiento de misiles antiaéreos S-400 al menos durante lo que resta del año. Así lo ha informado el Ministro de Defensa del país.

«Conforme al plan de rearme de las tropas de la Región Militar del Sur, antes de que finalice el año y con el fin de proteger el espacio aéreo de la Federación de Rusia se desplegará un regimiento de misiles S-400, que sustituirá al sistema de misiles antiaéreos S-300 «, señaló el coronel Ígor Gorbul, portavoz de la región Militar del Sur.

El objetivo principal de estos proyectiles es garantizar la seguridad del espacio aéreo Ruso. El sistema de misiles antiaéreos S-400 Triumf fue diseñado para derribar aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles crucero de pequeño tamaño y en un futuro, nuevos misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.

Tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y puede abatir blancos a una altura de entre 5 metros y 60 kilómetros. Se desconoce el número exacto de lanzadores que se desplegarán, pero un batallón de S-400 consta normalmente de al menos ocho lanzaderas con 32 misiles y un puesto de mando móvil.

El Ejército de Rusia dispone de cuatro regimientos de S-400, dos de los cuales están emplazados en la región de Moscú, uno en la Flota del Báltico y el otro en el Lejano Oriente ruso. La escalada de tensiones políticas internacionales, junto con el aumento de amenazas exteriores, hace que el incremento del número de operativos S-400 esté justificado, teniendo en cuenta que podrán ser una considerable fuerza de contención y una pieza más en el sistema de seguridad de Rusia.

El canciller ruso, Serguéi Lavrov, en una reunión del Consejo de la Federación analizó el papel de Rusia en el fortalecimiento de la seguridad euro-atlántica y cómo Occidente percibe al país. Según el diplomático ruso, «muy a menudo se pronuncian exhortaciones para la contención de Rusia». «Algunos políticos querían revivir la imagen del rival geopolítico, un antagonismo que les permitiría preservar la fuerza política y militar de EE.UU. y de los miembros europeos de la OTAN», aseguró.

En este sentido el canciller sostuvo que «pensar en las categorías de la Guerra Fría se ve cada vez más absurdo», a la luz de los cambios que tienen lugar en el mundo moderno. «En el panorama mundial continúa el proceso de distribución del poder e influencia. Es cada vez mayor el papel de la región Asia-Pacífico que se convierte en uno de los motores más importantes del desarrollo económico».

Otro aspecto que genera preocupación en Moscú es la creciente presencia militar de la OTAN cerca de la frontera con Rusia. «El aumento de la actividad militar cerca de la frontera con Rusia no puede no levantar sospechas. Se trata de la modernización y del acercamiento de la defensa de la OTAN a las fronteras rusas, los ejercicios militares que se han hecho frecuentes y algunos de ellos se llevan a cabo de acuerdo al escenario del artículo 5 del Tratado de Washington, que prevé la defensa colectiva contra un ataque externo», dijo Lavrov.

En este contexto, el canciller ruso señaló que es evidente que actualmente no se puede hablar seriamente de una amenaza real de un ataque contra la OTAN con el uso de armas convencionales. Además Moscú lamenta que todavía no se pueda llegar a un acuerdo sobre el escudo antimisiles. Sin embargo, Lavrov resaltó que Rusia está dispuesta a «continuar el diálogo sobre este tema en pie de igualdad y con respeto estricto del derecho internacional».

Serguéi LavrovLa perspectiva de la alianza atlántica no ha variado desde que fuera expresada por la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, que  en su momento había considerado «intolerable» que Rusia y China sigan bloqueando a la comunidad internacional para llevar a cabo una «transición» en Siria, motivo por el cual exigió a todos los países que les hagan ver que «pagarán un precio» por su apoyo al presidente Bashar al-Assad.

Para Clinton, su visión del conflicto se reduce a que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas acompañe una resolución con «consecuencias» para Siria, que incluya la aplicación de ciertas «sanciones».

Para la canciller estadounidense, «Lo que mantiene a flote al régimen es el dinero de Irán, el apoyo de Rusia y el fallo del resto de países a la hora de aplicar sanciones. No se puede pedir transición y darle vía libre al no respeto de los compromisos».

Turquía por su parte ha desplegado 250 tanques en la zona fronteriza con Siria y en la base de Diyarbakir 25 aviones F16. En estos momentos la región concentra una densidad de armamentos que ponen el riesgo el delicado equilibrio militar de los países en conflicto. Un incidente similar al ocurrido a comienzos de octubre, cuando un obús sirio alcanzó la aldea turca de Akcakale, podría desatar una escalada de hostilidades de consecuencias imprevisibles.

N. de la R.
Este artículo se publica con la autorización de Diario El Peso.