Sáhara Occidental/Malí
Ana Camacho (26/12/2012)sahara-occidental
El fin de año son días propicios para hacer balance. Considerando la situación del Sáhara Occidental, de  2012 yo reseñaría las declaraciones del enviado especial del secretario general de la ONU, Christopher Ross en la escala que hizo en Madrid dentro de su histórica visita a la zona, incluyendo los territorios ocupados por Marruecos y los liberados bajo control del Polisario. Fue en la capital española sin embargo, donde Ross subrayó que este conflicto se ha prolongado «demasiado tiempo». 

Sus declaraciones son una advertencia para quienes suelen enarbolar argumentos de supuesta política realista para no obligar a Marruecos a cumplir el derecho internacional y poner fin a una anexión que la comunidad internacional nunca declaró legal: «Aunque para algunos pueda parecer tentador creer que es arriesgado buscar opciones para lograr la paz y que el statu quo al menos es estable, estoy convencido de que eso sería un error de cálculo,  especialmente cuando el statu quo está ahora amenazado por el auge de elementos criminales, terroristas y extremistas de la región del Sahel», dijo refiriéndose a las bandas islamistas que han aprovechado el vacío de poder creado por la rebelión Malí para tomar posiciones en el Azawad. 

Estos dos últimos mes han sido densos de noticias para el resto del Sahel, donde el conflicto en el vecino Malí ha establecido vasos comunicantes con el del Sáhara Occidental convirtiendo toda la zona en un gran dominó. Por ejemplo, tenemos reciente la visita del primer ministro Hollande a Argelia, haciendo por fin lo que Francia debería haber hecho hace tiempo pero, a pesar de la «liberté, egalité y fraternité» la ha costado 50 años: reconocer que su guerra en Argelia para impedir la independencia de los argelinos fue una salvajada. Pero, ¿habría sido posible este giro sin la preocupación que le ha provocado a los franceses la alianza argelino-estadounidense para oponerse a sus planes de intervención en Malí?

La semana pasada el Consejo de Seguridad de la ONU, bajo la presidencia de Marruecos, ha aprobado una nueva resolución que, por fin, accede en parte a ese deseo francés de volver a poner orden en el norte de Malí al dar luz verde al envío de una fuerza internacional. Pero sólo es en parte, puesto que la resolución todavía no permite que esa fuerza marche hacia el Azawad a acabar con la secesión de los tuaregs ni la insurgencia de bandas islamistas, franquicia de Al Qaeda. Y, por otra parte, Hollande dijo cosas en Argel muy llamativas como, por ejemplo, que su postura sobre el conflicto maliense está ahora en la misma onda que la de los argelinos, es decir, la que considera algo irrealista que se pueda resolver el desorden con un conflicto armado. También dijo algo llamativo en relación al conflicto del Sáhara Occidental: que Francia está por una solución basada en las resoluciones de la ONU. ¿Qué habrá querido decir? En Argelia es la pregunta de moda.

P. D.
Que tengáis todos una feliz Navidad, felices fiestasana-camacho y entrada de Año Nuevo. Mi belén como veis, está optimista en cuanto al Sáhara Occidental. Por cierto, haciendo guardia al arcángel juro que hay un tuareg con el arco y la flecha en ristre por si algún enemigo intenta desviar a los Reyes Magos de su camino….
Este artículo se publica con la autorización de Ana Camacho, periodista, activista intelectual y física, de los derechos humanos, además de secretaria de la asociación APPA (Asociación para el Progreso de los Pueblos de África), que también e puede leer en su página de Internet  En arenas movedizas.