Malí/Europa

Gerard Araud representante de Francia ante la ONU
Gerard Araud representante de Francia ante la ONU

Ana Camacho (12/1/2012)
El presidente francés François Hollande ha dicho hoy que Francia va a responder a la petición de ayuda que ayer le volvió a hacer ayer el gobierno de Malí para hacer frente a la rebelión que, desde el Azawad, ha tomado rumbo hacia el sur rumbo y tomado el control de Kona, una ciudad en el centro del país. «Lo hará en el estricto marco de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas», ha confirmado un portavoz del Ministerio de Exteriores en París al completar una declaración en la que Hollande parece advertir que a sus socios europeos que a Francia se le acaba la paciencia y que va a actuar, con o sin ellos. 

La nueva fase de la crisis maliense se desencadenó ayer, después de que la agencia de noticias pública francesa, France Presse, airease la noticia de la caída de Kona poniendo mucho énfasis en la impotencia de las tropas gubernamentales malienses ante el avance de los rebeldes. El presidente (en funciones) de Malí, Diancounda Traoré, pidió seguidamente ayuda a Francia, describiendo una angustiosa situación en la que, si no se hace nada pronto, se corre el riesgo de que los islamistas se hagan con el control de todo el país.  

El embajador francés ante la ONU en Nueva York, Gérard Araud (en la fotografía de portada), convocó de urgencia una reunión del Consejo de Seguridad que se celebró de madrugada. 

El resultado no fue positivo para la diplomacia gala. La ONU se limitó a expresar a través de sus portavoces su preocupación ante las informaciones procedentes de Malí y a pedir a los grupos rebeldes el respeto a las recientes resoluciones 2071 y 2085 sobre el conflicto. Se trata de unas resoluciones que abren la vía a la creación de la fuerza multinacional africana de la Cedeao (Comunidad de Estados del África Occidental) que Francia lleva intentando poner en marcha desde que, el pasado abril, el movimiento secesionista tuareg del Movimiento para la Liberación Nacional del Azawad (MNLA) se hizo con el control del norte del país y proclamó su independencia. 

Sin embargo, los términos de la resolución 2085 aprobada en diciembre dando luz verde a la posibilidad de un despliegue internacional, son algo escurridizos. En efecto, para dar la luz verde definitiva a la «reconquista» internacional del Azawad, el texto pide al Gobierno de Traoré que ponga orden en el caos que reina en Bamako entre facciones militares enfrentadas desde el golpe de estado del 22 de marzo que los secesionistas tuaregs aprovecharon para declarar su independencia. 

La ONU, además, establece una distinción en el frente rebelde entre fuerzas islamistas afines a Al Qaeda que han buscado refugio en esta región y, otras, desligadas del yihadismo. Se trata de un matiz que la diplomacia francesa no hace al considerar que todo rebelde del Azawad es un terrorista de Al Qaeda y, por lo tanto, defiende que no tiene sentido perder ni un segundo en negociar con criminales. Ayer por ejemplo, al tomar la iniciativa de convocar la reunión del Consejo de Seguridad, valiéndose de sus «privilegiadas y antiguas relaciones» de antigua madrepatria, lo hizo con el siguiente título: «La situación en Malí tras la ofensiva terrorista desde el Norte». 

En un reciente informe, el secretario general de Naciones Unidas, Ban ki-Moon recomendó una negociación entre el Gobierno de Bamako y los grupos rebeldes que se declaren contrarios al yihadismo. Hoy estaba previsto que comenzasen en Uagadugu (Burkina Faso) unas conversaciones entre el Gobierno central, el MNLA (que desde el principio se ha declarado inequívocamente laico) y Ansar Dine (islamista pero dispuesto a alejarse de Al Qaeda). 

Hay quien ve en la petición de ayuda de Diancounda Traoré a Francia ante una situación abocada inevitablemente a la guerra, un intento de invalidar este proceso, dando la razón a los argumentos franceses. Hollande, ante el escaso entusiasmo de EEUU en la operación, ha apostado por un protagonismo europeo en la intervención en Malí junto a la fuerza multinacional africana, promoviendo en Nueva York la candidatura de Romano Prodi como enviado de la ONU para Malí. Pero hoy la responsable de Política Exterior y de Seguridad Común Europea, Catherine Ashton se ha limitado a emitir un comunicado en el que, si bien promete dar un acelerón en los preparativos de la UE a la misión militar (que dirigirá un francés) para apoyar a las fuerzas malienses con asesoría y entrenamiento, también insta al Gobierno de Bamako a «finalizar rápidamente una hoja de ruta para la transición».

Ana Camacho
Ana Camacho

Tampoco promete para los planes de Hollande que el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, haya dicho que su país sólo enviará instructores militares germanos al país africano cuando exista «un plan sostenible para el retorno al orden constitucional» y que «no habrá exclusivamente una solución militar» para el conflicto.

En Euronews y Al Yazeera aseguran que las tropas francesas ya están en Malí.

P. D.
En la foto, el representante permanente de Francia ante la ONU, Gérard Araud, en su intervención ante la prensa tras la reunión de anoche del Consejo de Seguridad sobre Malí.

N. de la R.
Este artículo se publica con la autorización de Ana Camacho
, periodista, activista intelectual y física, de los derechos humanos, además de secretaria de la asociación APPA (Asociación para el Progreso de los Pueblos de África), que también e puede leer en su página de Internet  En arenas movedizas.