Europa
Manuel Funes Robert (18/3/2013)Europa
You were given the choice between war and dishonour… you chose dishonour and you will have war  (“Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra… elegisteis el deshonor y tendréis  la guerra»).

Churchill criticando la política de “apaciguamiento”  de Chamberlain

Semanas atrás nos hemos referido a la situación política actual y al bajo nivel de nuestros políticos, tanto los nacionales como los europeos. Volviendo la vista a los estadistas, de los que carece la actual Europa, nos siguen sorprendiendo y maravillando los políticos de otros tiempos no tan lejanos, y mi mirada se detiene en nombres como  Adenauer, De Gaulle y sobre todo el caso de Wiston Churchill. En lo político, vio antes que nadie el peligro real del ascenso de Hitler en Alemania. Observó con escepticismo el esfuerzo por la paz llevado a cabo por su antecesor como primer ministro, Chamberlain, desde el convencimiento que las cesiones ante Hitler solo llevarían a su crecimiento militar y desde luego, no suavizarían sus planes de dominar Europa. La frase con la que abrimos este articulo es de las más certeras y profundas pronunciadas por un político  europeo en los últimos siglos. Pronto se comprobó su clarividencia al incorporar Hitler manu militari los Sudetes.

Traemos a nuestro articulo tan contundente aserto al contemplar la enésima reunión europea en la que se ha decidido rescatar a Chipre y en la que Alemania impone sin problemas su visión económica en el continente. Si echamos de menos a políticos como Churchill, también deberíamos hacerlo con Charles de Gaulle. No concibo al orgulloso general galo enfrentándose de forma tan dócil y débil a la todo poderosa Señora Merkel. Ni Rajoy ni Hollande han sido tenidos en cuenta cuando han solicitado políticas expansivas, estrellándose contra el inflexible muro alemán.

Los burócratas europeos, a las ordenes de la canciller alemana, afirman que la única vía para llegar al crecimiento es la austeridad. Y es aquí donde se me presenta el símil de la frase inmortal del estadista británico, llevándola al campo de la economía actual:

«Habéis aceptado la política de rigor para lograr el crecimiento; ya tenéis el rigor y además arruinareis el crecimiento”

Como no nos cansaremos de afirmar, la política de rigor asfixia la demanda y sin crecimiento de la demanda, traerá la recesión, horizonte cercano que ya empiezan a ver incluso en Alemania. Volviendo a Churchill tenemos que decir que bajo su mandato del ministerio de Hacienda, tomó la desastrosa dedición de volver al patrón de oro provocando la huelga de mineros de 1924 y la depresión.  Más adelante, Churchill admitió que aquella decisión había sido la peor que había tomado en su vida política. En 1931, McDonald, que le venció en las elecciones, tomó la histórica decisión de desligar a la libra esterlina de esa bárbara reliquia del pasado que era el patrón oro.

Echamos de menos a aquellos personajes colocados  justamente en su lugar en la Historia. Lo terrible es que no se vislumbra ninguno en el universo económicopolítico actual.