Bárcenas-RajoyEspaña
Alejandra Durrell (20/8/2013)
Me llama muchísimo la atención que ahora, después de algunos años, la Justicia haya decidido saber qué es lo que contienen los dos ordenadores portátiles que usaba el ex tesorero y ex senador del PP, Luís Bárcenas Gutiérrez. El juez Pablo Ruz ha pedido al PP que entregue los dos ordenadores del ex tesorero; asimismo, el juez Ruz ha pedido nuevas pruebas caligráficas de Bárcenas y también de Álvaro Lapuerta, los dos ex tesoreros. A todo ello se une el anuncio de los populares de emprender acciones judiciales contra Óscar López, secretario de Organización del PSOE por acusarles de “cobrar en negro”. El anuncio lo ha hecho el vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano, por cuya boca han salido en estos últimos meses muchas vaguedades, rectificaciones, incoherencias, desmentidos y mentiras.

Tras las intensas jornadas vividas hace unos días, con las declaraciones de María Dolores de Cospedal, Cristóbal Paez Vicedo, Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas (enemistados entre si), el juez Ruz de la Audiencia Nacional ha decidido pedir nuevas pruebas. Entre esas peticiones está, como digo, la de los dos ordenadores portátiles de Bárcenas que el ex tesorero del PP empleaba en su trabajo diario.

Esa petición la ha hecho el jueÁlvarez-Cascosz basándose en las declaraciones que hizo Cospedal, al referirse a que los dos ordenadores se encontraban todavía en la sede central del PP en la calle Génova. El juez espera encontrar en esos equipos algunas pruebas sobre «archivos primigenios» de los entregados por el ex tesorero en el lápiz de memoria o pendrai.

La misma petición la hizo el actual abogado de Bárcenas, el ex juez Javier Gómez de Liaño, a fin de efectuar una prueba pericial y cotejar los archivos del lápiz de memoria entregado al juez con los que se encuentren en los dos ordenadores.

En relación con esos ordenadores, recordemos que el ex tesorero del PP acudió el 1 de marzo de este año a la comisaría de policía del distrito de Salamanca, donde se encuentra su lujoso domicilio en Madrid, para denunciar al PP, en concreto al abogado Alberto Durán, por entrar sin su permiso en su despacho habitual en la sede nacional del partido y, supuestamente, sustraerle sus dos ordenadores.

La denuncia fue archivada dos meses después, pero ahora el juez Ruz ha pedido que se cotejen los archivos –los que queden- de esos equipos informáticos y los que copió y entregó Bárcenas al magistrado.

También el juzgado ha solicitado las pruebas caligráficas y firmas de Álvaro Lapuerta y Luís Bárcenas a fin de aclarar, entre otros asuntos, los pormenores de un crédito hipotecario para comprar la sede nacional del partido en la calle Génova, solicitado por el ex tesorero Lapuerta al Banco Pastor en el año 2006. Ruz ha pedido a la sucursal del BP que concedió ese crédito todos los originales de esa operación hipotecaria.

Es interesante y conveniente para organizar todas las piezas de este puzzle que recordemos que el 15 de febrero de 1993 la ejecutiva del Partido Popular nombró tesorero nacional a Álvaro Lapuerta a propuesta de José María Aznar, por entonces presidente del partido. También es interesante recordar que el cargo de tesorero estaba vacante desde 1990, cuando Rosendo Naseiro se vio obligado a dejarlo con motivo del llamado “caso Naseiro, Sanchís, Palop”, por supuesta financiación ilegal del partido.

Cospedal y Rajoy: eran otros tiempos
Cospedal y Rajoy: eran otros tiempos

Desde 1990 hasta 1993 el cargo de tesorero estuvo vacante y sus funciones fueron asumidas por los secretarios generales del partido.

La elección de Antonio Hernández Mancha como presidente de AP –que ocupó desde 1987 hasta 1989- supuso la defenestración de Luís Bárcenas como gerente de AP y su despido con un finiquito “no diferido”. Con la llegada de Aznar a la dirección del partido Bárcenas retornó a Génova 13 ocupando su anterior puesto de gerente.

Interesante rememorar que la pluma y sapiencia del ambicioso Alberto Ruiz-Gallardón se unieron a la de otros para elaborar un informe exculpatorio del “caso Naseiro-Sanchís-Palop” (mayo de 1990), basado en las consideraciones de que la Policía Judicial había actuado al margen del derecho y que el juez Manglano (encargado de la instrucción de ese caso) había actuado a Naseiro, Sanchís y Palop con presunta violación de derechos fundamentales; el ministerio de Interior no se libró tampoco de las diatribas del futuro ministro de Justicia.

Pero volvamos a agosto de 2013. Las declaraciones de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, echando el muerto a Rajoy y Bárcenas han dado un giro, no al caso judicial, pero si al político. Por su parte Cristóbal Paez que recibió más de medio millón de euros por su “despido-acuerdo” del PP, ha reconocido en sede judicial lo de los sobres y sobresueldos –a él le pagaron en más de una ocasión en negro, según dijo-, claro que él se vuelve a Argentina donde ha fijado su residencia. Paez Vicedo estuvo en la embajada de España en Buenos Aires donde ocupó el cargo de asesor laboral durante la presidencia de Aznar, allí trabó amistades; allí se encuentra mejor tratando de olvidar.

En su comparecencia ante el juez Ruz, Álvarez-Cascos mostró una vez más su tono desabrido, aparte de negar sobresueldos, sobres y donaciones ilegales. En eso, menos Paez, coincidieron todos.

A esta vorágine de sálvese el que pueda, que ya ha comenzado, se une el comunicado de los hijos del ex tesorero del PP, Álvaro Lapuerta, molestos con la utilización del nombre de su padre como «chivo expiatorio», al que consideran «inocente» e «indefenso», asimismo niegan que su padre tenga algo que ver con Carmen Rodríguez Flores, supuesta «amiga íntima» o “protegida” –querida se decía antes- que sólo trata de minar la honorabilidad paterna. En Génova todo el mundo sabía las idas y venidas de Lapuerta a un piso cercano a la sede central.

Desde el centro penitenciario de Soto del Real, Bárcenas ha pedido un careo judicial con Dolores de Cospedal, que no creo se llegue a producir, pero la cosa queda ahí.

Por lo que he podido saber de las declaraciones de Álvarez-Casos, Arenas y Cospedal, nadie recibía un euro ilegal, ni sobresueldos, ni sobres; nada. Los tres confiaban en que todo se estaba haciendo correctamente y bien, y que además así lo puede confirmar el Tribunal de Cuentas.

Esta gente se cree –quizás están en lo cierto- que todos somos imbéciles, bobos y que andamos a gatas. ¿Cree Cospedal que va a convencer a la opinión pública con eso de que el Tribunal de Cuentas ha certificado su contabilidad y su gestión y no ha encontrado mácula alguna? ¿Es que acaso iban a entregar a tan alto e inútil tribunal la contabilidad B y los nombres de los poderosos donantes?

A mi me gustaría ver en fila india caminito de la Audiencia Nacional a los intermediarios y empresarios que aparecen relacionados en el “caso Bárcenas” y en el “caso Gürtel” –y a los que no figuran debido a que el servicio de seguridad del PP hurtó a la Justicia conocer más nombres al negarle los libros de control de acceso a la entrada de la sede central-, para que declaren y, si es posible, que mantengan un careo con Bárcenas, Lapuerta y Paez, entre otros.

Yo creo que la clave de todo reside en que se aclare de dónde provienen las ingentes cantidades de dinero que ha conseguido Bárcenas y Rosalía, su mujer, sus testaferros, socios y asesores, que los tiene. La clave está, para mi en eso. Que se investigue la procedencia y el dinero gastado en las campañas electorales, sobre todo las partidas correspondientes a publicidad, la contratación de vallas publicitarias, espacios en radio y televisión, merchandising, etc., etc. Ahí empieza la madre del cordero, el verdadero chollo de la financiación ilegal del PP y de casi todos los partidos políticos.

Y no estaría mal que declarasen los gerentes regionales y provinciales del PP, así como otros cargos, por ejemplo Jesús Sepúlveda, que en la etapa en la que José María Aznar era candidato a presidir la Comunidad de Castilla y León, se dedicaba a ejercer de “conseguidor”. El trabajo le gustó y continuó en Pozuelo de Alarcón.

Alvaro Lapuerta y Señora
Alvaro Lapuerta y Señora

Yo creo que, aparte de los donantes y receptores del PP, los medios de comunicación debemos ahondar más en este tenebroso asunto de los sobres, sobresueldos, donaciones y comisiones, tanto del PP como del resto de partidos políticos, sindicatos, fundaciones y ONG. En el caso que ahora tenemos entre manos habría que investigar, por ejemplo, al resto de las personas que llevó Ángel Sanchís a AP en 1982. Además de Bárcenas, allí aterrizaron Francisco Yañez, Luís Gerardo López Delgado, Carlos Doblado, Luís Velasco y Diego Mollano, entre otros. Alguno ha fallecido. Todos ellos provenían de Nuevo Banco, la entidad de la que era dueño y señor Ángel Sanchís, que tenía como consejeros a Manuel Fraga Iribarne y Carlos Robles Piquer, su cuñado.

Ante la Justicia deberían declarar también –unos de menos rango y otros de mucho más-, pero que han visto pasar papeles, han hecho pagos, etc., sin que ello signifique que se hayan beneficiado: Antonio Gestoso Boo, Marisa Granja, Samuel García Salas, Juan Ávila, Arturo García Tizón, Luis Molero, Antonio Hernández Mancha, Javier Carabias del Arco, Jorge Werstrynge y Antonio Cámara, sin dejar fuera al ex jefe de seguridad de l partido, Antonio de la Fuente, el cuñado de Luís Bárcenas, y al oráculo Pedro Arriola.

Conclusión:
El ´caso Gürtel´ no es la madre de todas las posibles corruptelas dentro del PP, ni mucho menos. Si lo es el ´caso Bárcenas´, aunque tampoco me creo que él (Bárcenas) esté solo en los sucios asuntos de las finanzas, donaciones y contrapartidas.

Compañías de seguros, constructoras, eléctricas y entidades bancarias, entre otros sectores, se han beneficiado a través de contratos, concesiones y una legislación hecha a su medida. Algo habrán tenido que dar a cambio, ¿no?

Todo parece indicar que las aguas en el PP andan más que revueltas; unos no se hablan con otros; los más acusan al que está a su lado. Ya ni Cospedal se cuida de endilgar el muerto a Bárcenas y Rajoy. Pero qué curioso, ni se oye a Soraya Sáenz de Santamaría, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón. Ni tampoco se sabe nada de los Duques de Palma ni de las vacaciones por separado de los Príncipes de Asturias.

A unos les viene bien el ´caso Bárcenas´ y a otros Gibraltar.