España
espacioseuropeos (25/8/2013)Guardia Civil
De nuevo, las fuerzas de seguridad del Estado han procedido a desarticular una red dedicada a la prostitución infantil y corrupción de menores, pero como suele ser habitual no se han facilitado los nombres de los presuntos delincuentes ni su nacionalidad. Y, como también es habitual, no se sabrán después de ser condenados. ¿Los motivos? Los desconocemos, pero está claro que la medida psicosocial no está dando frutos.

Pues bien, en este caso, ha sido la Guardia Civil la que en el transcurso de la denominada operación «Guardador» realizada en la Comunidad de Madrid, ha detenido a seis personas –se desconocen los nombres, nacionalidades y profesión- como presuntas autoras de varios delitos de prostitución y corrupción de menores.

Los delincuentes contactaban y captaban a sus víctimas a través de las redes sociales, ofreciéndoles dinero y regalos con el objetivo de mantener relaciones sexuales con ellas.

La Guardia Civil inició la investigación tras tener conocimiento de que un menor internado en un centro psicosocial y ya próximo a cumplir la mayoría de edad, había sido prostituido desde los 12 años.

El modus operandi de los delincuentes consistía en que una vez consumadas las relaciones sexuales con los menores, se realizaba el pago con dinero en efectivo y, en algunas ocasiones, además les obsequiaban con diferentes regalos atractivos para los menores, como teléfonos móviles, consolas de videojuegos o tablets, según informa la Guardia Civil.

Del análisis realizado sobre los perfiles que utilizaban en las redes sociales para realizar los contactos, los investigadores han identificado a los adultos detenidos, así como a más de 20 menores, todos ellos varones de entre 12 y 16 años, que estaban ejerciendo la prostitución.

Tras la identificación y localización de los autores de los delitos, radicados todos ellos en la zona sur de la Comunidad de Madrid, miembros de la Guardia Civil procedieron a registrar los domicilios de seis personas que habían mantenido relaciones sexuales con los menores. Las seis personas fueron detenidas.

Tras los interrogatorios, se pudo saber que los menores, tras contactar por medio de las redes sociales, eran recogidos en lugares próximos a su residencia y trasladados a domicilios, viviendas unifamiliares en urbanizaciones alejadas, trasteros e incluso descampados, donde mantenían los encuentros sexuales.

Los ahora detenidos ampliaban su red de menores a través de los contactos que tenían, a todos ellos les pagaban ciertas cantidades en metálico, además de obsequiarles con regalos.

Una auténtica vergüenza que se da más a menudo de lo que cabría esperar. Hay que reformar de nuevo el Código Penal y aumentar las penas, así como hacer público el nombre de los delincuentes condenados.