Sudáfrica
espacioseuropeos (20/9/2013)Disrurbios en Sudafrica
La comisión que formó el gobierno sudafricano para investigar la muerte de 34 mineros en agosto de 2012 por disparos de la policía ha concluido que el cuerpo de seguridad mintió al explicar los hechos. La comisión ha acusado a la policía por haber falsificado, retenido y ocultado pruebas. “La versión de los hechos que dio la policía de Marikana no se corresponde con la verdad», ha dicho la comisión que se ha fundamentado en la obtención de documentos que la policía había negado que existieran.

El documento publicado señala que la comisión dispone de miles de páginas que contienen evidencias, incluyendo material policial que había permanecido en secreto. La declaración de la comisión se ha producido tan solo diez días después de que consiguiera el acceso a discos duros policiales y archivos que aún no habían sido revisados.

El portavoz policial, Solomon Makgale, ha asegurado que la declaración de la comisión es «desafortunada y muy perjudicial», según BBC. También ha criticado que no se les ha dado la oportunidad de explicarse. Sin embargo, un corresponsal del medio británico asegura que si la comisión se ha permitido hacer unas afirmaciones tan duras, llamando mentirosos y falsificadores a la policía, es porque están muy indignados con lo que han descubierto.

A pesar de las revelaciones y la conmoción que causaron los hechos a la opinión pública, a día de hoy, ningún policía ha sido detenido por los asesinatos de los mineros.

La semana pasada hubo protestas en Pretoria por la negativa del gobierno a pagar a los mineros sus honorarios por participar en la investigación.

La masacre de Marikana se produjo en 16 de agosto de 2012 en una de las minas de platino de la multinacional Lonmin, durante el transcurso de una tensa huelga. La policía siempre argumento que los disparos no fueron planificados sino que los agentes se vieron atacados y por lo tanto usaron sus armas. Sin embargo, en octubre del año pasado si admitieron haber reaccionado de manera desproporcionada siempre mencionando el peligro que suponían para ellos más de 200 manifestantes armados. La matanza tuvo un gran impacto en la opinión pública siendo la peor masacre desde el fin del apartheid.

N. de la R,
Esta noticia se publica con la autorización de Mundo Negro.