España
A. D.  (16/9/2013)hemiciclo-del-congreso-de-los-diputados
Esta mañana en la Cadena SER, en el programa Hoy por Hoy, la periodista Pepa Bueno  en su comentario de inicio o editorial ha dicho, más o menos, que los partidos políticos deben acometer sin demora la “regeneración” de la situación política y social  en la que España está inmersa. Estoy muy de acuerdo en que hay que regenerar la vida política y muchas más cosas, pero en lo que tajantemente estoy en desacuerdo es que tenga que ser, de nuevo, la clase política la que se encargue de ello. Y estoy en pleno desacuerdo porque eso es como poner al zorro en el corral para que vigile a las gallinas.

Si la “clase política” verdaderamente quisiera regenerar la situación actual –somos uno de los países más corruptos de Europa y con menos transparencia-, lo primero que habría hecho es no participar en los innumerables asuntos de corrupción que se han descubierto en nuestro país, y sobre todo no torpedear y obstaculizar la acción de la justicia y menoscabando la acción popular que se quiere cargar el actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.

A mi me huele todo a cloaca; se destila un hedor horrible de consenso para tapar todos los casos de corrupción. Y así a empezar de nuevo.

Me da el tufillo de que se está preparando un gran pacto nacional para decretar un INDULTO GENERAL en el que entraría, por supuesto, el ´caso Noos´, ´Gürtel´, ´Bárcenas´, ´Faisán´, etc. Y así de nuevo, como digo, a empezar. Y ya sin problemas, bajar más aún los salarios, restringir el acceso a la sanidad y a la educación, vender las pocas empresa nacionales que nos quedan, privatizar todo lo privatizable, rebajar las pensiones  y, sobre todo, decretar leyes que castiguen duramente a los que protesten o se quejen.

Así que, o nos organizamos o van a terminar con nosotros en cuatro días.