España/Internacional
espacioseuropeos (6/12/2013)
“La campaña, que pone el acento en el hambre, resalta el valor que tienen los alimentos que se cultivan y consumen en los países más pobre y anima a los ciudadanos a conseguir grandes cambios con una mínima ayuda”, así comienza uno de los textos de esta ONG para animar a que colaboremos en la campaña, «Alimentos con poder».

Este arroz enseña a leer

Varios artistas, “ataviados de camareros y camareras”, sirvieron el día 20 del pasado mes de noviembre, “tapas de arroz con poder” a los clientes del Café Comercial de Madrid. La tapa, consistió en un “saquito de arroz” de Burkina Faso. El arroz lo trajo López Iturriaga (embajador de la campaña de Intermón Oxfam). El “saquito” quiere representar el “valor de los alimentos que se producen y consumen en los países más pobres y que no solo sirven para llenar el estómago, sino también para permitir el desarrollo de las personas y las comunidades”, según el mencionado texto.

En el transcurso de ese acto propagandístico de la campaña, se informó a las personas que se encontraban en el Café Comercial, que “La mayoría de la gente que pasa hambre son agricultores”. La gente de Burkina Faso contó a López Iturriaga que lo peor del hambre no es tener el estómago vacío, lo peor es no tener la energía necesaria para jugar y para aprender. “Lo peor del hambre es que te deja indefenso ante cualquier enfermedad porque sin comida no hay futuro, no hay nada”.

Los eventuales “famosos camareros y camareras” acercaron a los clientes la campaña “Alimentos con Poder”, que se centra en los alimentos específicos que se producen en los países del Sur y los presenta con poder, el poder que tienen de transformar vidas. El “arroz enseña a leer” porque los productores que lo cultivan y las mujeres que lo procesan en Burkina Faso han conseguido alimentar a sus familias y ganar algo más de dinero que les permite enviar a los niños y las niñas a la escuela.

842 millones de personas pasan hambre
“Hemos buscado una manera novedosa y positiva de hablar del hambre y de mostrar la importancia de que los agricultores puedan cultivar y procesar los alimentos que les permitan alimentarse y cambiar sus vidas. En el mundo hay hoy en día 842 millones de personas que pasan hambre y se da la paradoja de que el 80 por ciento de ellas viven en zonas rurales y son agricultores. Es necesario que puedan producir los alimentos que les permitan tener una vida digna y que tengan acceso a la tierra, a los recursos y la tecnología necesaria”, afirmó Lourdes Benavides, responsable de Seguridad Alimentaria de Oxfam Intermón, durante ese acto.

“El hambre constituye hoy la mayor amenaza a la paz y seguridad mundial. La causa del hambre no es la falta de alimentos sino el acceso a los mismos. No se trata de producir más a nivel global. Es imperativo apoyar la producción local, basada en la agricultura familiar y los pequeños agricultores, así como promover el uso de variedades tradicionales”, explicó en el acto José Esquinas, con una trayectoria profesional de 30 años en la FAO y hasta 2007 responsable de la firma del Tratado Internacional sobre Recursos Filogenéticos para la Alimentación y la Agricultura.

Desde principios del siglo XX se ha perdido más del 90% de la biodiversidad agrícola. Es algo muy grave porque es la despensa de la Humanidad para hoy y para el futuro, la materia prima de la producción de alimentos”, concluyó Esquinas.

Intermon OxfamUn solo 1,20 euros se cambian vidas
En este sentido, “Alimentos con poder” hace un llamamiento a la ciudadanía para que a través de microdonaciones y envío de SMS ayuden a las comunidades que más lo necesitan a cultivar alimentos con el poder de cambiar sus vidas.

“Con una pequeña ayuda, con lo que nos cuesta tomarnos un café, podemos conseguir grandes cosas en los países más empobrecidos. Con el 1,20 euros que nos cuesta enviar la palabra “Alimentos” al 28018, es posible que una familia de Burkina Faso obtenga un kilo de semillas para poder cultivar arroz o equivale a lo que puede ganar una mujer en medio día de trabajo”, comentó Gisela Genebat, responsable de Captación de Fondos de Oxfam Intermón.

“Con una pequeña ayuda podemos cambiar muchas vidas. Esta gente me enseñó que para acabar con el hambre de raíz lo mejor es apoyarles con la formación, con las herramientas, las políticas necesarias para cultivar sus propios alimentos, que es lo que realmente les cambia la vida”, afirmó el embajador de la campaña.