ONU/Siria
espacioseuropeos (5/12/2013)
Bashar al-Assad, Presidente de Siria, ha sido acusado de crímenes de guerra por Navi Pillay, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. La acusación está basada en los resultados de las investigaciones llevadas a cabo por la ONU que al parecer demuestran la “responsabilidad al más alto nivel del gobierno, que incluye al jefe de Estado”.
Navanethem Pillay, más conocida como Navi Pillay, es jurista sudafricana y responsable de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, afirmó que los investigadores de la ONU han encontrado “una gran cantidad de pruebas” acerca de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Siria.
Los investigadores también acusaron a grupos de la oposición de cometer crímenes de guerra, aunque en menor grado. Pillay reiteró su llamamiento a que el conflicto sea remitido al Tribunal Penal Internacional para su dictamen.
En su comparecencia, Pillay afirmó: “La investigación del uso de armas químicas, que es absolutamente necesaria, no debería servir para distraer la atención del hecho de que más de 100.000 personas murieron como consecuencia del uso de armas convencionales. Culpabilizar a los responsables debería ser la principal prioridad de la comunidad internacional, y quisiera reiterar esto una y otra vez al inicio de las negociaciones de Ginebra 2. Reitero mi petición a todos los Estados miembros de remitir la situación al TPI”, según han recogido varias agencias de prensa.
No estaría de más que la ONU investigase también el origen del armamento que emplean los llamados rebeldes sirios, así como la financiación recibida, sin obviar el origen de esos combatientes.