Pasado y presente socialista
Pasado y presente socialista

España
Alejandra Durrell (31/3/2014)
La clase política, entretenida en ascender en pos del poder y del beneficio personal, desnortada ha perdido el horizonte. Los políticos se afanan en estos días en buscar un lugar al Sol, que ahora se encuentra en el Parlamento Europeo. ¡Menudo chollo! Se imaginan ustedes a José Blanco, ex poderoso secretario general del PSOE y ex ministro de Fomento sentado en su escaño en Europa. Pues salvo que ocurra una catástrofe, así será. Atrás queda el descarrilamiento del tren Alvia en Santiago de Compostela, entregas dinerarias muy importantes del partido para “seguridad” en su domicilio particular y sospechosos combolutos en una gasolinera orensana.

 Por si fueran pocas las tomaduras de pelo, y olvidando lo que acaba de acontecer en Francia en las municipales, a los socialistas españoles no se les ocurre otra cosa más que reivindicar la “herencia social” de José Luís Rodríguez Zapatero. No ha faltado nadie a esta primera comparecencia. Se juegan mucho. Diputados, senadores, altos cargos, etc., además de Alfonso Guerra, José Bono, Miguel Ángel Moratinos…El PSOE, metido de hoz y coz en campaña electoral, ha tenido la feliz ocurrencia de llevar de la manita a los dos ex presidentes de gobierno, Felipe González y José Luís Rodríguez Zapatero, a un mitin en el que Elena Valenciano –europeista de toda la vida- intenta conseguir un éxito electoral, pero sobre todo su bienestar. Vamos, el bienestar personal.

Sin capacidad para elegir otro eslogan mejor, no se les ha ocurrido otro que acudir a la reivindicar la “herencia recibida” de Zapatero. Y así lo han hecho en su arranque de campaña.

En Ferraz saben que van a perder varios escaños, que la abstención puede ser alta, pero están seguros que van a superar al PP. La hecatombe socialista de Francia les ha dejado maltrechos anímicamente, pero han reaccionado hablando poco de ello. Les consuela que Anne Hidalgo, gaditana de nacimiento, será la nueva alcaldesa de París.

Si los socialistas fueran más inteligentes –listos si que lo son-, repararían en que el subidón de la derecha en Francia (y de la extrema derecha) y la abstención tan alta, les puede beneficiar. Me explico. Si son capaces de hacer llegar a las gentes de este país que la abstención es mala y que hay que votar para que no gane Mariano el de Pontevedra, puede surgir el milagro.

Pero recurrir a momias, encima forradas de dinero, ocupando altos cargos en empresas multinacionales y habiendo dejado vacías las arcas de los fondos reservados asignados (nunca nadie deja un euro en la caja), no parece ser el mejor escenario para animar a depositar la papeleta.

Recurrir a la “herencia social” –más bien un cadáver pestilente- dejada por Zapatero, además de una tomadura de pelo, es tener poca cabeza. Ese hombre que, salvando las distancias, se me parece un poco a Obama. La palabra, el fino verbo, en los dos, es su arte. Parecen la madre Teresa de Calcuta, pero uno se dedica a vender todas las armas que puede a Mohamed VI, permite que se instale en Rota una poderosa “barrera antimisiles”, compra decenas de poderosos cohetes Tomahawks, además de dejar a España en la ruina y con seis millones de parados. El otro, ya se sabe, es el presidente menos transparente de la historia de Estados Unidos y un especialista en drones.

No obstante, el PSOE puede ganar las europeas. Y las ganará si don Mariano Rajoy Brey sigue por esa política austericida, de recortes suicidas, y de machacar literalmente a todo aquel que ose quejarse en la calle.