corrupcion España
espacioseuropeos (28/4/2014)
Malos tiempos corren para las clases más desfavorecidas; y buenos para las clases altas. Esta aseveración se desprende de los datos de la Agencia Tributaria en lo que afecta a la recaudación por fraude fiscal: cada vez se recauda menos y cada vez hay menos funcionarios dedicados a perseguir esos delitos.

En el año 2013, por ejemplo, la Agencia Tributaria recaudó un 4,9% menos que el año anterior. En ese año se recaudó por fraude fiscal la cantidad de 10.950 millones de euros, mientras que en 2012 fueron 11.517 millones. De acuerdo con los responsables de Hacienda, ello se debió a la caída de las ejecuciones de las “sentencias del Tribunal Supremo de la Delegación de Grandes Contribuyentes”.

España, como viene siendo habitual, lidera el fraude fiscal en la UE, tras Italia. En nuestro país, el 80,6% del fraude fiscal y laboral queda oculto y sin castigo alguno. Ese fraude fiscal representa el 25% del PIB (Producto Interior Bruto), que equivale a más de 250.000 millones de euros anuales.

Gestha, el sindicato de técnicos de Hacienda, ha denunciado en más de una ocasión esta situación, pero lo cierto es que sigue y sigue, sin que los sucesivos gobiernos hagan nada por terminar con esta vergonzosa situación.

Diversos estudios sobre el fraude lo achacan el fraude fiscal a la “escasa moralidad de los contribuyentes”, algo que está muy enraizado en nuestra cultura; aunque influye mucho la escasa ejemplaridad de las elites dominantes. Si a esto añadimos, que los gobiernos no han hecho nada por atajar esta situación.

El resultado es que en aquellas comunidades autónomas donde hay mayor índice de fraude fiscal y laboral, y mayor corrupción, se dan mayores tasas de desempleo.