Arias Cañete y Elena ValencianoCuba/España
espacioseuropeos (19/5/2014)
Radio Habana (RHC) publicaba el día 16 de este mes un artículo, editado por Nuria Barbosa León, titulado “Ratifican españoles que continuarán su lucha contra la corrupción”que por su interés reproducimos íntegramente. El texto es el siguiente:

Diversas organizaciones sociales de España afirmaron que continuarán su lucha contra la corrupción y mostraron respaldo al abogado Enrique Santiago quien, tras revelar pruebas sobre el caso Bárcenas, fue denunciado por supuestas calumnias e injurias por autoridades políticas.

El exsecretario general del Partido Popular, Francisco Álvarez-Cascos, es uno de los políticos que solicita para Santiago prisión preventiva y una fianza de 20.000 euros por haberlo implicado en la presunta financiación ilegal de su partido, así como en el cobro de algunas de las donaciones irregulares denunciadas en el caso Bárcenas.

Para apoyar a su abogado, las cinco organizaciones querellantes en el proceso jurídico contra la corrupción de dirigentes del Partido Popular español realizaron una concentración ante los juzgados de la Plaza de Castilla, en Madrid.

Por su parte, los candidatos principales al Parlamento Europeo por los partidos Popular (PP) y Socialista Obrero Español (PSOE) protagonizaron un debate televisivo dominado por temas que centran la vida nacional, pero ajenos a propuestas sobre Europa.

Con acusaciones mutuas por la crisis, Miguel Arias Cañete (PP) y Elena Valenciano (PSOE) entrecruzaron sus acusaciones hasta el filo de medianoche, con la notable ausencia del tema sobre la corrupción, que afecta a los dos partidos.

Tras el llamado cara a cara, al estilo de los candidatos presidenciales estadounidenses, cada medio eligió, de acuerdo con el perfil de sus lectores, el ganador del debate que se extendió una hora y seis minutos.

En la encuesta del derechista ABC, sus lectores vieron ganar a Cañete 62,2 por ciento frente a 37,8 por ciento para Valenciano, lo mismo que El Mundo con proporciones de 56 frente a 44 por ciento.

De otro lado, Público refrendó un triunfo arrollador para la representante socialdemócrata 93,9 ante 6,1 por ciento y El País también le da la victoria a Valenciano 56,39 por 31,24 (y 12,37 por ciento que no otorgó triunfo a ninguno).

En términos generales Cañete se centró en culpar al PSOE de la herencia económica que -dijo- llevó el país a la crisis y Valenciano en acusar al PP por el mal manejo de la situación, al tiempo que negó los mensajes de recuperación del gobierno.

El debate fue considerado discriminatorio y expresión del esquema bipartidista español por el resto de los partidos políticos inscriptos para los comicios del 25 de mayo que dirimirán los 54 asientos de España en el Parlamento Europeo.

Ausente del debate, el cabeza de lista de Izquierda Unida y tercera fuerza política del país, Willy Meyer, advirtió que en el llamado cara a cara no podría haber discusiones sobre Europa, porque ambos partidos coinciden en las políticas básicas.

El poco interés de los españoles en las próximas elecciones al Parlamento Europeo se reflejó en el debate protagonizado la víspera entre los candidatos de los dos principales partidos.

El cara a cara televisado entre Miguel Arias Cañete, del Partido Popular (PP) y Elena Valenciano, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) registró una audiencia de un millón 836 mil espectadores y una cuota de pantalla del 9,5 por ciento.

El estimado es considerablemente menor al protagonizado entre los cabeza de lista de esos dos partidos en 2009, Juan López Aguilar (PSOE) y Jaime Mayor (PP),cuando fue de dos millones 653 mil espectadores para una cuota del 13,9 por ciento.

También está por debajo del debate para las anteriores elecciones generales entre Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE) y Mariano Rajoy (PP) de 12 millones cinco mil televidentes con una cuota del 54,2 por ciento.

Según encuestas, para la votación del próximo 25 de mayo, cuando España elegirá a sus 54 diputados al Parlamento Europeo, se espera una abstención superior al 40 por ciento.

El debate televisado, contrariamente a lo previsible, se centró en temas nacionales, con muy poco espacio para las propuestas de los candidatos en relación con el Parlamento Europeo.