Avión ruso Sukhoi-25
Avión ruso Sukhoi-25

Internacional
Javier Martínez (21/7/2014)
Según el diario francés Le Monde y el estadounidense New York Times, frente al avance yihadista del  autodenominado Estado Islámico (EI) en el norte y noroeste de Irak, se está produciendo la extraña circunstancia de hacer coincidir en territorio iraquí y en defensa del régimen de Bagdad, a tres países enfrentados geoestratégicamente: USA, Rusia e Irán.

¡Qué paradoja frente a la situación ––en Siria, donde el pulso se juega a través de intermediarios!

La retirada de las tropas USA en Irak decretada por el gobierno Obama y su pérdida creciente de influencia en la región no descartan su compromiso limitado con el gobierno salido de las urnas, a pesar de las reiteradas peticiones del primer ministro iraquí  Nouri Al-Maliki de mayor ayuda militar.

Washington se ha limitado  a desplegar un batallón de consejeros militares en Bagdad para “entrenar, asistir y sostener” al ejército iraquí y para “evaluar las capacidades de los yihadistas del  EI”. Además, ha procedido a enviar drones Predator equipados de misiles Hellfire que sobrevuelan el cielo iraquí con la misión de apoyar esa misión de “evaluación de información”.

Los USA condicionan un mayor apoyo militar a Bagdad a que el gobierno del chiita Al-Maliki se abra y se transforme en un gobierno de unión nacional, ampliando la presencia de los otros sectores de Irak (sunníes y kurdos), a pesar de los resultados electorales y por ello el Congreso de los USA tiene bloqueados desde el 2010 el pedido de aviones de combate F-16 y helicópteros Apache.

Mientras tanto, Rusia va a suministrar al gobierno iraquí una docena de aviones Sukhoi-25 y helicópteros MI-35 y MI-38 por una cifra total de 365 millones de euros.

Parece ser que también instructores militares rusos serán los encargados de las misiones de combate, pues a pesar de las declaraciones del general iraquí Anwar Hama Amin, quien señaló que los pilotos iraquíes disponen del entrenamiento necesario para hacer volar este tipo de aviones, si tenemos en cuenta que desde la caída de Sadam y la intervención angloamericana desde el 2003, el ejército del aire de Irak no contaba con más de dos aviones de combate, difícilmente sin la ayuda rusa podrían hacerlos volar.

El 29 de junio, llegaron a la base aérea de Taji, al norte de Bagdad los primeros Su-25, aunque se cree que más que de procedencia rusa, son parte de la flota aérea iraquí que Sadam Husein puso al abrigo en Irán en 1991 en la primera guerra del golfo, para evitar su destrucción por los americanos. A pesar del embargo de armas a Irán decretado por la ONU desde 2007 Irán ha suministrado al gobierno del chiita Al-Maliki drones de vigilancia iraní Ababil, decenas de toneladas de equipamiento militar enviadas diariamente por avión y varias decenas de consejeros militares están desplegados en Irak.

 Arabia Saudí ha desplegado a lo largo de la frontera con Irak, el jueves 3 de julio, más de 30.000 soldados para “proteger el reino saudí de las amenazas terroristas del EI  y de sus aliados sunnitas en Irak”, curiosamente en los más de 800 kilómetros de esta frontera 2.500 militares iraquíes habían abandonado sus posiciones y se han replegado hacia el interior y  Bagdad, según la cadena saudí Al-Arabiya.