Estados Unidos
espacioseuropeos (11/9/2014)
Nuevos documentos del contratista de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional), Edward Snowden, revelan detalles acerca de los planes secretos de la Administración Obama para llevar a cabo programas de “espionaje económico” con el objetivo de beneficiar a empresas estadounidenses. De hecho el gobierno de EE.UU. reconoció “haber desarrollado espionaje económico, pero niega hacerlo en beneficio de compañías estadounidenses”, según información publicada por la cadena Democracy Now.
Pero un informe de la Oficina del Director Nacional de Inteligencia del año 2009, que publicó la pagina de Internet The Intercept, demuestra la existencia de serias “preocupaciones respecto a posibles desafíos planteados a compañías estadounidenses por parte de multinacionales extranjeras”, según la misma fuente.
En el informe se recomienda llevar a cabo “operaciones cibernéticas” contra “instalaciones de investigación» en otros países. Dichas informaciones deberán ser evaluadas –se recomienda- y “si los hallazgos serían útiles para la industria estadounidense y de qué manera».
Desde que se conoció –aunque se suponía- a través de las revelaciones de Snowden, el “espionaje masivo” que estaba realizando Estados Unidos, espiando a políticos internacionales, siempre nos hemos preguntado si las empresas extranjeras no estaban expuestas a ese mismo espionaje.
El “espionaje masivo” que tanto la CIA como la NSA llevan a cabo, abarca a políticos e instituciones, pero también a empresas extranjeras, el material obtenido se pasa a los funcionarios de comercio estadounidenses y a las empresas a las que pueda interesar.
Una de las empresas espiada fue la brasileña Petrobras. Al parecer, según fuentes brasileñas, buscaban todo tipo de información sobre reservas de petróleo, zona en la que se encuentra una bolsa de gas o petróleo, pero también acerca de licencias de exploración a otras empresas extranjeras.
Pacnet, China Telecom y otras empresas fueron espiadas bajo el pretexto de ayudar a la “seguridad nacional” de Estados Unidos, cuando en realidad lo que se perseguí era información comercial. Esta información fue publicada en la prensa estadounidense que, asimismo, informó que empresas de Arabia Saudita, Sudáfrica, Irán y México han sido objeto de tareas de espionaje.