Joe BidenEstados Unidos/Rusia
Alejandra Durrell (4/10/2014)
La dependencia, pleitesía y servilismo de la Unión Europea ante Estados Unidos es ya más que preocupante. De seguir por este camino podríamos llegar a convertirnos en un Estado Asociado, no Libre,  como Puerto Rico. Menos en las guerras de Corea y Vietnam, conflictos en los que el Tío Sam tuvo que salir con el rabo entre las patas –lo de Granada ni lo menciono, pues fue penoso-, Europa ha colaborado con la maquinaria de guerra estadounidense, aunque más de forma mediática que otra cosa, a excepción de las guerreras Inglaterra y, en menor de medida, Francia. Ya se sabe, el poder es el poder y el Destino Manifiesto es…

Por si el asunto no queda claro, que creo que sí, nos lo aclara Joe Biden, vicepresidente de EEUU, que ha admitido que su país presionó a Europa para participar en las sanciones a Rusia. A cualquier mente europea, medianamente adornada de neuronas en activo, no se le ha escapado que la Administración Obama tenía mucho que ver en esas sanciones a la Madre Rusia. Sanciones que, por cierto, se han vuelto contra los ciudadanos europeos.

Estados Unidos lleva al huerto a los gobiernos europeos -no a la ciudadanía- en el cerco y aislamiento de Rusia, en el embargo a Cuba y en las críticas y presiones a Venezuela. Lo que está aconteciendo en Hong Kong lo conoceremos pronto, aunque China ya ha advertido a Obama que se ocupe de sus asuntos.

Todo parece indicar que la UE no quería unirse a las sanciones a Rusia, pero Washington obligó a hacerlo. Eso es lo que ha admitido el vicepresidente de EEUU, Joe Biden. También reconoció los riesgos económicos que iban a correr sus aliados europeos: «El orden internacional que hemos estado construyendo meticulosamente desde después de la Segunda Guerra Mundial», afirmó el pasado jueves ante estudiantes de la Universidad de Harvard.

Para Biden, el sistema mundial imperante se está desgastando, por eso el compromiso de EEUU con el mundo “es más importante que nunca”, razón por la cual “tuvimos que presionar a Europa” dijo.

Como la UE se resistía a sancionar a Rusia, EEUU tuvo que recurrir a presionar a los europeos, incluso adoptando posiciones incómodas. ¿Cuáles? Quizás nunca lo sabremos, pero podemos imaginarnos cualquier cosa.

Los daños económicos a los que el vicepresidente estadounidense aludió se hicieron evidentes. Y no van a cesar, pues EEUU persiste en su política de cercar a Rusia con barreras antimisiles, revoluciones de colores y de paraguas.

Según recoge Rusia Today, Joe Biden admitió que las revueltas en Oriente Próximo y África del Norte “apoyadas por la Administración de Obama y el auge de extremistas violentos tendrán un efecto duradero y tardarán una generación o más en apaciguarse”. Para el vicepresidente de EEUU el “Estado Islámico son un serio desafío, pero no representan una amenaza para la existencia de nuestro estilo de vida o para nuestra seguridad».