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espacioseuropeos (19/10/2014)
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, afirma que su gobierno trabaja para encontrar a los 43 estudiantes desaparecidos: “El objetivo más importante, por el que convoqué al gabinete de seguridad, en este momento es encontrar a los jóvenes estudiantes”, pero hasta el momento no se ha avanzado mucho en las investigaciones. El país se encuentra desolado a la vez que irritado por lo que se considera un crimen más a cargo de mafias de narcos. Las movilizaciones se suceden, mientras varios agentes de la policía han sido detenidos.

Los 43 estudiantesantes que desaparecieron el 26 de septiembre en la localidad de Iguala pertenecen a la Escuela Normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero. Comunidades de estudiantes y trabajadores de la enseñanaza se movilizan periódicamente tratando de forzar a las autioridades mexicanas a una solución.

Bajo el eslogan que “vuelvan a la vida” se han llevado a cabo manifestaciones multitudinarias que hasta ahora no han dado resultado alguno. Los 43 jóvenes estudiantes probablemente fueron víctimas de la violencia de la policía municipal, apoyada por sicarios del crimen organizado, de la localidad de Iguala.

Enrique Peña Nieto, presidente de México
Enrique Peña Nieto, presidente de México

Según recoge la agencia de noticias Misna, el obispo de Saltillo, monseñor Raúl Vera, denunció que en el mes de junio de 2013 la “Procuraduría General de la República estaba al tanto de que el alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez –quien se dio a la fuga inmediatamente después de los hechos, junto con su esposa– probablemente estaba implicado en el asesinato de tres miembros de la sociedad civil local. Sin embargo, nadie hizo nada, se lee en el portal de noticias “Sin Embargo”, ni siquiera contra el secretario de la seguridad pública local, Felipe Flores Vázquez, quien también está prófugo”

Por otro lado, el padre Alejandro Solalinde –activista y defensor de los Derechos Humanos- afirma que “testigos directos del hecho le relataron cómo asesinaron a los estudiantes”.

“Ojalá me demostraran que soy un mentiroso, que los 43 normalistas están vivos, pero se que no será así”, dijo el padre Solalinde, en declaraciones a El Universal. De acuerdo con ese testimonio, los jóvenes estudiantes fueron quemados vivos.

Desde 2006 han muerto en México alrededor de 50.000 personas por la llamada “narcoviolencia”, sin que las autoridades del país –al menos hasta el presente- hayan cosechado éxito alguno.