Cayo Lara
Cayo Lara

España
José Luis Heras Celemín (3/11/2014)
Pensando en Iglesias (Pablo), en sus acólitos y en la izquierda política actual, la primera dificultad que aparece es saber qué lugar le corresponde a Cayo Lara: Monaguillo con roquete, sacristán con o sin sotana, comparsa sin clergyman ni  alzacuellos, o el de descorbatado sin hábito. Después asoma la incertidumbre sobre el trabajo que puede hacer: acompañar al coletudo gran gurú, hacerse con un hueco a su lado, o defender las posiciones de izquierda que últimamente andan como andan.

Para resolver incógnitas y misterios, merecía la pena acercarse al Hotel Ritz de Madrid y escuchar al poeta Luis García Montero que, en el desayuno organizado por Nueva Economía Fórum, iba a presentar al otrora alcalde de Argamasilla de Alba y hoy Coordinador General de Izquierda Unida, Cayo Lara Moya.

n principio, existía una dificultad ortográfica que planteaba el programa de textos del ordenador. Éste no admitía el “cayismo” ni otro “ismo”, para hacer un substantivo con el que definir la doctrina de Cayo. Sí han existido el “carrillismo”, de Santiago Carrillo; y el “llamazarismo” de Gaspar Llamazares, los dos antecesores de Lara. Pero con Cayo había problema. Parecía una simple cuestión ortográfica: Sí al “callismo”, de “callo”, pero no al “cayismo”, de Cayo. La solución apareció con una palabra compuesta, nueva e inventada, y un ismo pegado a ella. No es gran cosa, pero el invento sirve: Cayo-lara-ismo.

El hotel, de cinco estrellas y algún que otro cometa más, ya había sido utilizado por el Iglesias (Pablo), de Podemos, una mañana, no ha mucho, en la que advirtió que aún no se había nacionalizado el hotel y que sólo iba a hablar y no a robar los (relojes) Rolex a los hombres ni a quitar los visones (abrigos) a las señoras.

– Estos hoteles de cinco estrellas son cosas de la casta de esta izquierda con señoritos de lujo.- dijo alguien refiriéndose a Cayo Lara y a Pablo Iglesias.

Y dijo mal, porque no es la izquierda la que elige el hotel, sino el foro que organiza el acto. Es cierto que estas izquierdas (IU, Podemos y las que surjan) pueden exigir un lugar para presentarse; pero tampoco hay por qué echarles una culpa que no tienen, ni incluirles en razas y élites que no busquen.

Cayo Lara, descamisado en camisa blanca bajo chaqueta negra, fue presentado con palabras de Azorín: discreto, amable, sencillo, honesto, escrupuloso… Le acompañaban unos pocos diputados de IU, tres: Joan Josep Nuet, Ascensión de Las Heras y María Caridad García. Pero faltaban otros. A algunos les valía el escaqueo por el asunto de primarias (Gaspar Llamazares, que volvía desde Asturias; Alberto Garzón en Zaragoza; José Luis Centella en Andalucía…)

Comenzó emocionado y lacrimoso, “Luis me ha vuelto a tocar el corazón”, agradeciendo la invitación para hablar en el Ritz, tildando al Gobierno del PP de “cantamañanas” y haciendo un análisis de la situación negativo: Empleo menguante, trabajadores pobres con contrato de trabajo, aumento del beneficio de las grandes empresas, más contratos temporales que fijos, política de reformas igual a retrocesos sociales…

Algo más calmado, aunque no menos vehemente, dijo que “Es tiempo de concretar una alternativa frente a la derecha” porque “sí hay dinero para poner en marcha otro modelo productivo (distinto al actual)”. Después, con un ojo en los papeles, otro en el auditorio y los dos en la alternativa de Podemos que encarna Pablo Iglesias, expuso el Plan de Izquierda Unida.

“Ha estado bien, tranquilo, centrado y en su sitio”, diría el diputado canario socialista que asistía al acto (representando al PSOE y puede que hasta cortejando en su nombre) al enjuiciar el discurso y sus propuestas: Proposición no de Ley para combatir el fraude fiscal. Plan no confiscatorio para apoyar a nuevas empresas que creen mercado y consumo. Uso del Derecho Internacional (como hicieron los Estados Unidos de América y Alemania en otros momentos) para tratar la deuda del Estado, proponer una quita razonable y negociar otra quita en unos intereses de la deuda que significan el 70% del presupuesto para educación. Acuerdo y consenso social (con un salario mínimo de 1.100 € mensuales). Derogación de las reformas laborales. Nuevo modelo Constitucional…

Además, algunos brindis a Podemos, no mencionado pero presente: Estamos en un tiempo en el que compartiremos las luchas justas. Ahora toca conquistar Gobiernos. Somos una organización que nació convergiendo (con) todas las organizaciones (con) programas solventes y con simbiosis entre madurez y juventud.

Y unos avisos: “Al día siguiente de llegar al Gobierno hay que abrir el grifo de agua. Y debe seguir saliendo agua”. “El PP quiere una Ley de Punto Final contra la corrupción y (tal como ha actuado) no tiene legitimidad para la regeneración”. “La corrupción (normalmente suele ir) antes del populismo y del fascismo”.

En el coloquio, asuntos varios:
Futuro.- “Este país tiene remedio. Sí, se han vivido etapas más duras (cuando) la gente estaba en la cárcel y no perdía la esperanza”.

Podemos: “Nacieron como consecuencia del desgaste del bipartidismo… Ojalá se organicen bien para lo nuevo… Nosotros vamos a seguir, digan lo que digan las encuestas (y haga lo que haga Podemos)…Todas las causas tienen ADN. Las urnas dirán si IU ha sabido acoger (o no) a los indignados… Con un Gobierno sin poder se dura tres días… Izquierda Unida sí se presenta a todas las elecciones. E irá con quien quiera unirse a ella (“Por nosotros no va a quedar”). Nos gustaría poder llegar a un acuerdo (con ellos) con base en un programa concreto. Pero no a un Gobierno como una jaula de grillos”.

José Luis Heras Celemín
José Luis Heras Celemín

Refundación de IU: “…Sobre un proyecto político, con unas bases programáticas que permitan preservar la identidad y ponerse de acuerdo en programas”.

“El Eje fundamental de IU es echar al PP… Si en Madrid (o en otros sitios) los madrileños (u otros ciudadanos) deciden echar al PP, hay que sumarse, aunque se critique la postura”.

Postura personal y rejuvenecimiento de IU: “No seré un tapón para lo que necesite la organización porque mis ideales no se jubilan… Esto no es un problema de jóvenes o viejos… Si ha llegado el momento de Garzón, lo decidirán los compañeros”.

Al terminar, aplausos, pocos. IU, representada en un “Cayolaraismo” con apariencia de sensato, salía del Ritz tranquila, y algo apocada. La influencia de Podemos y Pablo Iglesias en la izquierda nacional que representa IU de momento es cuestión de encuestas. Faltan por saber los resultados de la gran encuesta: el voto electoral que se deposita en urnas. Después será el momento de los programas, de las propuestas concretas y de ver quién es el monaguillo o el sacristán  de quién…

Aunque no lo dijera Cayo Lara en el Ritz.