FIFAInternacional
Eduardo Paz Rada (2/4/2015)
El multimillonario negocio del futbol tiene en la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) a una de las corporaciones transnacionales más poderosas del mundo y con tentáculos que alcanzan los últimos rincones del planeta, desde las grandes potencias imperialistas hasta los países más pobres y miserables y  su dirigencia utiliza, como uno de sus mecanismos de controlar el “poder superior”, la corrupción de los dirigentes de las organizaciones afiliadas como la vía para controlar votos y decisiones. De esta práctica no escapa la dirigencia de la Federación Boliviana de Futbol (FBF) que durante tres gestiones (desde 2006) ha elegido a Carlos Chavez como su Presidente, quien ahora funge de Tesorero de la Confederación Sudamericana de Futbol (CONMEBOL).

La FIFA maneja más de 4.000 mil millones de dólares anuales y no rinde cuentas sino al grupo de dirigentes de elite que reproducen los mecanismos de poder entregando, entre otros fondos, 250.000 dólares anuales a las filiales nacionales sudamericanas, los que son utilizados directamente por el Presidente de la FBF, en el caso del país, sin rendir cuentas a ninguna instancia del Estado Boliviano y generando mecanismos de control y manipulación para mantener una situación de privilegio. Los intentos de Transparencia Internacional de fiscalizar los recursos de la FIFA han sido vanos, como  infructuosos son los intentos de los propios dirigentes medios del futbol boliviano y de los millones de aficionados de conocer sobre los manejos de esos recursos económicos, provocando una gran duda sobre el comportamiento de los responsables.

El mayor escándalo internacional de los últimos años ha surgido a raíz de denuncias de delegados de varias Federaciones de Futbol sobre la corrupción y pagos “fuera de lugar” para contar con votos para asegurar que las ediciones de los próximos mundiales de futbol se realicen en Rusia y Qatar, siendo esta situación una manifestación de los oscuros manejos de Joao Havelange (24 años al frente de la FIFA) y de Joseph Blatter (17 años hasta la fecha) del futbol internacional.

Ante declaraciones del Presidente Evo Morales haciendo referencia a estas prácticas de corrupción en los dirigentes de futbol a nivel internacional y nacional, demandando la restructuración de la organización y administración del futbol boliviano, Carlos Chavez, de manera cínica, en entrevista publicada en Marcas de La Razón el pasado 27 de marzo ha manifestado: “no voy a permitir que a mi alguien me diga que hay corrupción  o que por lo menos deje esa estela o sensación de que en el futbol boliviano hay corrupción y que la FIFA nos está socapando”, y haciéndose el desentendido agregó “cuando me digan de un corrupto con pruebas, seré el primero en sacarlo a patadas del futbol”.

Al parecer el tango Cambalache se hace presente de manera dramática cuando se habla de la máxima dirigencia del futbol en Bolivia. El mismo Chavez manifiesta, en relación a denuncias del ex entrenador de selecciones menores Claudio Chacior, que “muerde la mano de quien le da de comer. No es cuestión de que lo quiera o no, aquí es con resultados”. Si de resultados se trata, los fracasos de la selección y de su gestión debería impulsar al Presidente de la FBF y Tesorero de CONMEBOL a dejar la dirigencia por el bien del futbol boliviano.

N. de la R.
Eduardo Paz Rada es sociólogo boliviano, docente de la UMSA y escribe en publicaciones de Bolivia y América Latina.
Lo que comenta el autor es muy similar a lo que acontece en España, con una salvedad, aquí se mueve muchísimo más dinero, con lo cual los niveles de corrupción son mucho mayores.