Felipe González y Alfonso Guerra, eran otros tiempos.
Felipe González y Alfonso Guerra, eran otros tiempos.

España
Alejandra Durrell  (2/6/2015)
El pasado lunes, un grupo de empresarios y políticos (especialmente socialistas) homenajearon al exvicepresidente Alfonso Guerra en una cena improvisada. En ese ágape le expresaron a Guerra un reconocimiento «abierto y plural» por el rol político que ha desempeñado en España, según los homenajeadotes.

El motivo del homenaje –eso se ha dicho- fue el 75 cumpleaños del  “látigo” Guerra, aquel temido hasta en el último confín de nuestra querida España, esa a la que él dijo que la “iba a cambiar de arriba abajo” y que no la “iba a reconocer ni su madre”.

La flor y nata del socialismo actual y algún que otro “viejo roquero” estaba presente en el Círculo de Bellas Artes, acompañados por políticos de otras siglas, así como personajes de la Cultura. Entre ellos, Pedro Sánchez, Javier Fernández, Fernando Ledesma, Enrique Múgica, Pío Cabanillas, Matilde Fernández, Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona, Rodolfo Martín Villa, José Pedro Pérez Llorca, Miquel Roca,  Fernando Abril-Martorell (hijo), Javier Nadal,  Manuel Pizarro, Emilio Muñoz, Eugenio Nasarre, José María Calviño, José Félix Tezanos, Juan Miguel Hernández León, Rafael Nájera, entre otros.

De Felipe González ni rastro. Su ruptura se produjo cuando salió a la luz el ´caso Juan Guerra´, hermano de Alfonso, que utilizando sedes institucionales (sobre todo en Sevilla) para llevar a cabo negocietes. La exmujer de Juan Guerra, despechada por éste, filtró un completo dossier en la entonces Alianza Popular, que fue diligentemente aireado por Manuel Fraga Iribarne a través de la prensa amiga.

Molesto por el acoso al entonces amigo suyo, Felipe González dijo aquello de “dos por el precio de uno”, en referencia a que si Alfonso Guerra se veía obligado a dimitir por ese escándalo él también se iría. Por entonces, González era el presidente del gobierno español.  Los dos siguieron en sus puestos por “el bien de España”, pero la amistad se quebró.

Alfonso Guerra dejó el Congreso de los Diputados en diciembre de 2014 sin casi explicaciones. Desde  1977 cobraba sueldo y prebendas del erario público, además de presidir la Fundación Pablo Iglesias.

No mucho antes de dejar la poltrona política, se dedicó a tratar de que el PSOE y el PP se entendieran. Para Guerra la actual política económica de la UE es el origen del “neofascismo” y el «neocomunismo».

En fin, Alfonso, que descanses, que te lo mereces; que tu cuerpo y tu mente necesitan relajo tras tantos años de conciliábulos, intrigas, cuchilladas traperas, dadas y recibidas. ¡Qué años aquellos, Alfonso, cuando tu sólo nombre hacía temblar!