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espacioseuropeos (11/8/2015)
El diario El País publicaba ayer un reportaje de Mar Ruiz en el que trataba de los gastos en viajes de los diputados nacionales de España. Según el artículo, la “factura de viajes de los diputados se incrementará forzosamente este verano, debido a la insólita actividad parlamentaria programada durante este mes de agosto, habitualmente inhábil”.

La periodista recoge el dato de que más del 80% del importe global en viajes en los primeros seis meses de este año corresponden a “actividad parlamentaria, aunque cerca de 300.000 euros son desplazamientos por actividad política”. Los datos aparecen en la página de Internet de Transparencia Internacional que “considera insuficiente la regulación y reclama que se publique el desglose de los trayectos y motivos de los desplazamientos”.

Este mes de agosto va a ser un tanto especial, ya que con la tramitación de los Presupuestos Generales del estado, la deuda de Grecia, las elecciones catalanas y el adelanto, casi seguro de las generales, la actividad de sus Señorías va a ser mayor que otros años.

En el primer semestre del año el gasto en transportes ha sido de 2,59 millones de euros, según publica el Congreso de los Diputados, lo que supone un fasto diario de 14.000 euros, cantidad que cubre el gasto de los desplazamientos de los 350 diputados.

El Congreso publica algunos datos de esos gastos, pero se desconoce qué diputado los hace, los trayectos, número de viajes, coste de cada viaje o el motivo del mismo. La supervisión, que no control, queda a cargo de cada grupo parlamentario, lo que equivale a un auténtico paripé de cara a la ciudadanía.

Más de 300.000 euros del gasto en desplazamientos se dedicó al epígrafe de “actividad política”, sin más detalles, con lo cual ahí pueden ubicarse viajes privados, vacaciones, mítines del partido,  etc.