España
Antonio J. Ibáñez García (25/9/2015)
La naturaleza humana en muchas ocasiones no nos permite percatarnos del alcance de nuestras acciones. Y debido a las ciudades se ha conseguido el efecto de desnaturalizar nuestro modo de vida, ¡aunque nuestra supervivencia dependa de ella completamente! Acciones tan simple como comprar una camisa que no necesitamos y acabamos dejando en el armario tras usarla una vez. O llenando nuestra casa de objetos de plástico y comprando verdura que viene en envases de poliespan. Sin tener ya en cuenta algunos productos mal llamados ecológicos que vienen de China.
Mucha culpa tiene el éxodo del mundo rural al urbano, o la deslocalización de la industria a países como China o India.
Cuando se quema un bosque, no parece nuestro problema. A pesar del daño que provoca un incendio en España, lo sufrimos nosotros pues nuestros pulmones desaparecen. Con el escalofriante dato de que un 96% de los incendios son provocados por personas.
Este problema es un problema de conciencia, de la desnaturalización de los impactos a nuestro entorno del que somos responsables, tirando una colilla o dejando un trozo de plástico en el monte. Lo más preocupante es que al realizar estas acciones, reducimos nuestras herramientas para la lucha contra el cambio climático.
Estos meses de verano han sido los más calurosos en los últimos 40 años. El CO2 va aumentando en la atmósfera irremediablemente debido a nuestro sistema económico y nuestro modo de vida, y con él, la temperatura. WWF nos explican muy bien el por qué.
El Cambio Climático no solo se produce por el consumo de energías fósiles, es la suciedad que generamos en nuestro entorno disminuyendo la capacidad de los ecosistemas para autoregularse. Sin embargo, el dato de los 500 kilogramos de basura al año por persona no nos dice nada. El impacto que tienen los vertederos es increíblemente inmenso. Nos hemos acostumbrado a un ritmo de vida que es difícil de seguir, el consumo de carne por poner un ejemplo, es un modelo insostenible. Aunque a grandes rasgos, podríamos decir que lo es la gestión alimentaria en este país y en el mundo, llegándose a tirar un tercio de la comida en buen estado. El sistema de gestión de los residuos es también insostenible, pues en vez de reutilizar una gran cantidad de recursos, los enterramos en grandes cantidades en nuestros suelos. La gestión del agua, también lo es, llegando en Almería –por ejemplo- a tener un sistema totalmente insostenible usando aguas subterráneas para ser la mal llamada huerta de Europa.
El Cambio Climático afecta a todo el mundo por igual, y las decisiones que tomemos hoy, afecta al futuro inmediato. El Cambio Climático es una realidad, pues se están tomando medidas para paliar los efectos venideros. Andalucía tiene hasta una página sobre ello, e incluso tenemos una ley. Y aunque parezca mentira, los almerienses disfrutamos de una oficina técnica, ahora, que hagan algo es otro tema.
Los efectos ya los estamos sufriendo hoy, incendios, escasez de agua, olas de calor, olas de frío. Alargamiento de los periodos calurosos. Es decir, un aumento de los eventos climáticos extremo que incluso nos provocan problemas de salud.
El cambio de opinión de los poderosos
Las medidas a nivel mundial, se están dejando ver para llegar a un acuerdo en la cumbre de París. Los países desarrollados ofrecen asistencia por medio de iniciativas y organizaciones internacionales. Luchando por aunar esfuerzos a nivel global.
La carta encíclica del clima del Papa Francisco ha sido un antes y después para todos, se trata de un cambio de paradigma para la sociedad. Y el verano nos dejó a principios de agosto con un Obama que presentaba su plan contra el cambio climático. Otro hito sin precedentes al haber estado Estados Unidos en contra de algún tipo de iniciativa para frenarlo.
Estamos ante un momento histórico para cambiar las cosas, para cambiar la historia. Cambiemos la economía del todo vale, del recoger recursos del planeta sin preocuparnos de él, sin pedirle permiso. La COP21 se acerca y es nuestra oportunidad, sumemos y multipliquemos. Iniciativas hay, como el #CaminoDelSol que la Asociación Anpier ha puesto en marcha, o lo que se ha conseguido con RubíBrilla. Algo está cambiando, los poderes fácticos se preocupan por el cambio climático. Y las personas no podemos dejar este momento escapar para nuestro futuro. ¿Quieres participar en el cambio? ¡Únete!
N. de la R.
El autor es miembro de EQUO Almería