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espacioseuropeos (22/12/2015)
Estas Navidades se cumplirán tres años de la pérdida del derecho a la Sanidad pública en España de los emigrantes españoles. El cambio legislativo llevado a cabo en 2012, e introducido con toda intencionalidad un 26 de diciembre, en plenas fiestas, se unía al Decreto de Exclusión Sanitaria RDL 16/2012 aprobado el mismo año. De esta forma, la exclusión de más de 800.000 personas residentes en España se amplió para excluir a cientos de miles de personas más que nos hemos visto forzadas a emigrar para encontrar un futuro digno.

Ambas reformas sólo han buscado el cambio de nuestro solidario modelo sanitario, público y universal, para transformarlo en uno de “aseguramiento”, el modelo del mercado privado de seguros de salud, el cual no garantiza la misma sanidad para toda la ciudadanía, sino que nos divide y compartimenta en función de requisitos laborales, económicos y administrativos, y convierte la salud en un privilegio para aquellas personas que (por ahora) cumplen con dichos requisitos.

Nos han expulsado de España, donde las políticas de saqueo condenan nuestro futuro, robándonos la posibilidad de una vida digna aquí. No satisfechos, nos roban también nuestros derechos, nos borran del mapa políticamente, asegurándose que no votamos, y nos impiden el acceso al sistema sanitario. Les sobramos y nos condenan con todas sus fuerzas a la exclusión y al olvido.

Al partir no sólo perdemos el derecho a la salud en nuestro país, sino que las múltiples irregularidades del Gobierno nos niegan, ilegalmente, derechos reconocidos fuera: nos expulsan sin la Tarjeta Sanitaria Europea por no ser trabajadores indefinidos, en contra de los acuerdos internacionales, entregándonos a cambio un papel que nunca aceptan fuera. En los mostradores del extranjero nos recuerdan que “España no paga” las cuotas de sus convenios, obligándonos a adelantar pagos que nunca vemos reembolsados.

Cuando volvemos a casa, poco o mucho tiempo después de haber salido, de vacaciones, de visita a la familia o de retorno definitivo, nos encontramos con que nuestras tarjetas sanitarias están desactivadas, que no tenemos derecho a ver al médico, que para hacerlo hay que someterse a numerosos trámites administrativos, que se nos facturan las urgencias. Que nos hacen pagar, incluso para atender a nuestros menores. Un despropósito sin límites creado por sus leyes injustas.

Les sobramos y nos condenan con todas sus fuerzas a la exclusión y al olvido

A día de hoy, estas leyes excluyentes siguen vigentes en nuestro país, y las modificaciones administrativas que se han llevado a cabo tras la contestación social y el desastre producido no han solucionado el problema. Todo lo contrario, en muchos casos nos han olvidado como colectivo excluido, y en general han producido más desinformación y arbitrariedad administrativa en el reconocimiento del derecho a una atención completa, igualitaria, y en el acto y momento que sea necesaria.

Por eso, desde Yo Si Sanidad Universal y Marea Granate  relanzamos la campaña #VuelveSinSanidad, en la que os pedimos que nos ayudéis a visibilizar y denunciar nuestra exclusión. Si vuelves a casa estas navidades, pásate por tu centro de salud y verifica el estado de tu tarjeta sanitaria: si te han echado de la salud, cuéntanoslo en nuestro registro anónimo de exclusión sanitaria REDES. Si mientras estás de vacaciones necesitas ir al servicio de Urgencias y allí te encuentras con alguna traba administrativa, como por ejemplo, la obligación de firmar un compromiso de pago antes de ser atendido, cuéntanoslo también en nuestro registro anónimo de exclusión sanitaria REDES.

Necesitamos que registres cualquier exclusión sanitaria que hayas vivido para poder conocer qué está pasando y denunciarlo públicamente, saber cuáles son las comunidades autónomas donde se excluye activamente de la sanidad pública y compartir la información que tenemos acerca de cómo recibir asistencia sanitaria.Sin Sanidad

Con este objetivo publicamos las primeras guías sanitarias que hemos elaborado para personas migrantes al extranjero, para dar información y facilitar los trámites de acceso a la sanidad en todas las fases de nuestra migración: qué hacer antes de emigrar, estando fuera dependiendo del país de acogida y al retornar a España.

Nuestro sistema sanitario público no pertenece a ningún gobierno, sino que es parte esencial de nuestra sociedad y nos pertenece a todas. Acceder a él según las posibilidades económicas y administrativas de cada cual no es exactamente una modernización, sino un retroceso a nuestra historia predemocrática. El derecho a la atención sanitaria es un derecho social y humano que nos hemos dado de todas y para todas. Hasta que no sea derogado el Decreto de Exclusión Sanitaria y tengamos una tarjeta sanitaria única e igual para todas las personas, seguirán robándonos un derecho fundamental para sostener la salud, las vidas y la comunidad.

Ayúdanos a hacer denuncia difundiendo esta campaña.

Derogación del Decreto de Exclusión Sanitaria RD16/2012 y el resto de leyes excluyentes.

Nosotras Sí, y Siempre, Sanidad Universal.

Fuente: Marea Granate