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espacioseuropeos (26/3/2016)
La crisis siria está entrando en su sexto año mientras algunos partidos políticos y medios de comunicación creen que el establecimiento del federalismo solucionará a largo plazo y de raíz esta crisis. ¿Es lógica y aplicable esta propuesta?

Los que apoyan el establecimiento de un sistema federal en Siria estiman que el cese de las hostilidades en este país depende de dividirlo en varias regiones según el nivel de la presencia de las diferentes tribus en el territorio (por ejemplo los kurdos, los suníes y los alauíes) y entregarle la autoridad necesaria para gobernar las zonas en las que viven.

Recientemente, el vicecanciller ruso, Serguei Ryabkov, ha dicho que quizá el establecimiento de un gobierno federal pueda mantener la unidad y la independencia de Siria. Esta teoría se basa en que el origen de la crisis en Siria radica en el conflicto entre las diferentes tribus de este país, por tanto, dividir el país y entregar una parte a cada etnia complacerá a todas y allanará el terreno para el fin de la violencia.

Teniendo en cuenta la realidad en Siria hay que decir que este argumento no es lo suficientemente lógico. No se puede ignorar que, si bien, algunas partes de la sociedad siria se oponen al desempeño del Gobierno sirio, no existen pruebas para asegurar que las diferencias sectarias son el motivo de las protestas contra el Gobierno de Damasco.

Por otro lado, tras el aumento de las intervenciones regionales e internacionales en Siria, la situación en este país ha recibido más influencia de elementos externos que internos. Por ejemplo, dos grupos fuertes que luchan contra el Gobierno de Bashar al-Asad son Daesh y Frente Al-Nusra, ambos reciben apoyo desde fuera de las fronteras sirias y buena parte de sus miembros son extranjeros. Por eso, dado que este conflicto se debe en buena parte a factores externos, no se puede pretender establecer una Siria federada, ya que tal propuesta debe emanar de los propios ciudadanos sirios.

En la mayoría de los países que tienen un sistema federal, los habitantes de diferentes regiones han tenido la intención de contar con gobiernos autónomos en sus respectivas zonas. Sin embargo, los sirios no han pedido el establecimiento de un sistema federal en las últimas décadas. Está claro que la ejecución exitosa de este plan no cuenta con el respaldo de la sociedad siria por lo que se enfrentará a muchos obstáculos.

Por otra parte, la federalización de países como Siria, que siempre han tenido un gobierno central, significa el inicio de la desintegración total de dicho Estado.

Esta amenaza no solo ha puesto en peligro a Siria sino a otros países de la región que siempre han tenido un gobierno central. La desintegración de Oriente Medio, de acuerdo a las diferencias sectarias, devendría en más conflictos porque azuzará el fanatismo religioso, lo que supone una enorme amenaza para esta región que siempre ha estado inmersa en tensiones.

La federalización y la desintegración de Siria solo beneficiará los intereses de algunas partes extranjeras como el régimen israelí que siempre ha temido a los países grandes de la región y prefiere ser vecino de países pequeños y débiles. Sin embargo, algunos países como Irán y Turquía, a pesar algunas diferencias, se oponen a la federalización de Siria. La razón es que la creación de una región kurda en Siria podría ser un modelo que se repita en Irak, un plan al que también se oponen Teherán y Ankara.

Otro obstáculo para el establecimiento de un sistema  federal en Siria es que no hay fronteras determinadas entre las diversas tribus en este país. Por ejemplo, en la capital, Damasco, la mayoría de los habitantes son suníes y buena parte de ellos se opone al Gobierno. Sin embargo, en la capital se ha registrado menos protestas y conflictos.

Tampoco se debe olvidar que en los países que cuentan con muchas tribus existe la posibilidad de que el Gobierno central, apoyándose de una de estas tribus, ignore los derechos de las otras. Pero parece que la solución de este problema no es la federalización sino permitir a todas las facciones políticas tomar parte en la administración del país. Dentro de tal sistema, los puestos de poder son compartidos entre las diferentes tribus. Algunos países como El Líbano cuentan con este sistema de gobierno.

Aunque es posible que la existencia de algunas diferencias desacelere el proceso político y la creación de un gobierno, este sistema dañará menos los intereses del país en comparación con la federalización, ya que en este sistema, los intereses de cada parte dependen de las otras.

Mientras los diálogos de paz sobre Siria están destinados a determinar un marco para crear el futuro estable y democrático en el país árabe, parece que la materialización de esta meta tiene que priorizar la preservación de la unidad nacional y la integridad territorial de Siria.

Fuente: Alwaght.