Internacional
espacioseuropeos (19/4/2016)
La asociación Human Rights Watch ha acusado al gobierno de Turquía de disparar contra refugiados que huían de Siria. En concreto, HTW acusa a guardias fronterizos turcos de disparar contra refugiados que huyen de los combates en el norte de Siria.
La misma ONG acusa a Turquía de mantener cerrada la frontera, tratando de impedir que los sirios que huyen lleguen al país. HRW ha exigido a las autoridades turcas que deben abrir sus fronteras y facilitar la entrada a los ciudadanos sirios que huyen de los ataques del Ejército Islámico.
Según la ONG, más de 30.000 civiles sirios han huido de sus localidades o de los campamentos de desplazados al norte de Alepo, a causa de la reanudación de los combates. Los campamentos de Ikdah, Haramein y Sham, que actualmente dan cobijo a más de 20.000 personas han sido abandonados debido a que las personas que se encontraban allí han huido hacia la frontera turca. Pero, lamentablemente, las autoridades turcas les han recibido a tiros.
HRW ha recordado al gobierno turco que la legislación internacional obliga a permitir la entrada de las personas que huyen de conflictos armados.
Los últimos avances militares del EI se han hecho notar de forma virulenta, obligando a miles de personas a tratar de pasar a Turquía.
La UE debería analizar el comportamiento de Turquía, que no está cumpliendo con lo acordado, para no avanzar en los programas de liberalización de visados a ciudadanos turcos, entre otras medidas.
A pesar del comportamiento del gobierno turco, la UE ha liberado 110 millones de euros –de los 3.000 acordados-, destinados a frenar el flujo de inmigrantes indocumentados.