Refugiados: Es una vergüenza ser europeo
Refugiados: Es una vergüenza ser europeo

Sin Acritud…
G. Buster (4/4/2016)
El lunes 4 de abril comenzarán las expulsiones de refugiados en Grecia a Turquía. El viernes 30 de marzo, en una sesión de urgencia que recordó los debates sobre el rescate de la UE por su chapucería reglamentaria, el parlamento griego aprobó la nueva ley sobre inmigración ilegal que incorpora los términos del acuerdo UE-Turquía del 19 de marzo y declara a Turquía “país seguro” para los refugiados.

¿Qué ha ocurrido en estos 15 días de preparación de las condiciones del Acuerdo, de cuyo éxito depende en buena medida la legalidad del mismo, según ACNUR, UNICEF y las ONGs humanitarias sobre el terreno?

Turquía
El presidente turco, Recep Erdoganhabía declarado pocas horas antes de la firma del acuerdo: “¿Democracia, libertad, estado de derecho?… para nosotros esas palabras no tienen ya ningún valor”. Se refería a lo que consideraba ambigüedades de la UE en su guerra contra el PKK. Pero, precisamente en ese contexto, la extensión del estado de guerra a los refugiados sirios ha sido el paso subsiguiente. Tras cerrar a cal y canto la frontera con Siria, el ejercito ha comenzado a disparar contra pequeños grupos de refugiados que intentaban cruzarla ilegalmente. Y Amnistía Internacional ha denunciado las expulsiones a Siria de grupos de refugiados que ya se encontraban en territorio turco.

El vicepresidente de la Luna Roja turca, Kerem Kinikha anunciado la construcción de un campamento bajo su supervisión en la provincia de Manisa, con capacidad para 5.000 personas, que estará operativo en dos semanas. Según el acuerdo, Turquía aceptará hasta 72.000 refugiados expulsados de Grecia, lo que da una idea de la capacidad de filtraje y el tratamiento legal y humanitario que espera a los refugiados.

Grecia
La situación en Grecia no es mucho mejor. Tras la firma del Acuerdo UE-Turquía y la aprobación de la nueva ley de inmigración ilegal, los cerca de 160.000 refugiados que se encuentran en las islas y el continente helenos están en un callejón sin salida. Los campos de refugiados creados con ayudas de las ONGs se han convertido en campos de detención bajo el control del ejército y la policía griegos. Las ONGs y los voluntarios humanitarios han sido colocados ante la disyuntiva de integrarse en el nuevo esquema disciplinario o ser detenidos y expulsados de Grecia. La mayoría de ellos, en palabras de Médicos Sin Fronteras, se han “negado a participar en esta crueldad”ACNUR ha vuelto a criticar el acuerdo y ha asegurado que no participará en las devoluciones de refugiados.Refugiados Europa

La campaña informativa para los refugiados que llegaron antes del 19 de marzo especifica que deben presentar sus solicitudes de asilo para ser tramitadas en una serie de oficinas específicas en un plazo de dos semanas. Que deben pedir cita por Skype entre 10 y 11 am y que deben dirigirse hacia los campamentos de refugiados, convertidos en centros de detención.  El efecto inmediato ha sido el contrario: intentos de fuga de los centros y marchas a pie de grupos de refugiados, con la prohibición expresa de las autoridades locales de que taxis o autobuses públicos les transporten. Y a su vez, este acoso de las autoridades ha dado pie a escenas de solidaridad popular entre la población griega, organizando el transporte en sus propios vehículos o llevando comida a los refugiados, porque se lespretende cobrar en los campos de detención.

Unión Europea
Tras el acuerdo, y a la espera de la aplicación del mecanismo de reubicación de la UE, los países colindantes con Grecia han cerrado sus fronteras, han comenzado a levantar barreras de alambre de espino, como Bulgaria y Macedonia, o a expulsar hacia Grecia a los refugiados que detienen, como Albania. En una especie de cadena, Austria esta colaborando con Bulgaria para impedir que se creen nuevas rutas de escape de los refugiados que puedan alcanzar su territorio. Incluso en Suecia han surgido patrullas de vigilantes en lanchas rápidas para impedir la llegada por mar a sus costas desde los países bálticos. Polonia ha tenido que ser amonestada públicamente por la Comisión para que cambiase su posición inicial de no admitir en ningún caso refugiados, alegando problemas de seguridad anti-terrorista. La “orbanización” esta convirtiendo el sueño europeo en una pesadilla, tras el colapso de su política de asilo y refugio.

Como no hay tragedia, por brutal que sea, que pueda escapar a lo ridículo, en medio de estas violaciones masivos de los artículos. 41 y 47 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE , el viceministro griego de asuntos exteriores, Dimitris Mardas ha recordado que la República Helénica, como muchos otros estados miembros de la UE, concede permiso de residencia a los inversores de más de 250.000 euros, formula que estaba abierta también a los refugiados.

En el ambiente creado por los recientes atentados yihadistas de Paris y Bruselas, agitado por las derechas populistas xenófobas, y con el escaso consuelo de la preservación de un 70% de las ruinas greco-sirias de Palmira tras la ofensiva del ejercito sirio, con apoyo ruso-iraní, Europa se ha sumergido en una oleada de racismo sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.  El Papa Francisco, en su homilía de Pascua se ha referido a la “indiferencia y la conciencia anestesiada de Europa”.Migraciones

Siempre nos queda ese templo de la democracia que es el Parlamento Europeo. El 13 de abril votará un informe con el título “Sobre la situación en el Mediterráneo y la necesidad de un enfoque holístico sobre migración de la UE”. Recoge las opiniones de casi todos los comités de la cámara, repasa todos los tratados humanitarios y todo el acerbo comunitario y será sin duda estudiado en el futuro como un ejemplo de la disonancia cognitiva de la Unión Europea.

Libia
Mientras tanto, la UE se prepara para abrir un segundo frente humanitario –sin descartar que pueda ser también bélico- en el Mediterráneo central, ese espacio marítimo consagrado por las batallas navales de las Guerras Púnicas, que se extiende entre las costas de Libia e Italia. Teniendo en cuenta los 160.000 refugiados que han llegado a Grecia,  el gobierno italiano vive con preocupación el aumento del 46% en lo que llevamos de 2016 de los refugiados llegados a su territorio: 14.500. En solo los dos últimos días de marzo, los guardacostas italianos han rescatado 1.482 emigrantes en pateras. ¿Qué ocurrirá cuando mejoren las condiciones de navegación en los próximos meses, teniendo en cuenta que según la Alta Representante de la UE, Sra. Morgherini, hay 500.000 refugiados en Libia?

Libia –o lo que queda de ella, dividida entre dos gobiernos y al menos siete milicias autónomas– se ha convertido en una prioridad de la política exterior de la UE. Es necesario urgentemente un gobierno reconocido internacionalmente con el que llegar a un acuerdo similar al de Turquía para la devolución de refugiados.

Seguirá esta crónica, desgraciadamente, porque esto no tienen visos de remediarse.  Es una vergüenza ser europeo.

Sobre la situación migratoria en Europa

Thomas Piketty

Mientras los jóvenes franceses se manifiestan contra el desempleo y la flexibilidad, y François Hollande tiene que renunciar a su siniestra ley de revocación de ciudadanía, los refugiados están varados por las decenas de miles de personas en Grecia, a la espera de ser devueltos a la fuerza a Turquía. No nos equivoquemos: todas estas realidades reflejan el mismo fracaso de Europa para hacer frente a la crisis económica y relanzar su modelo de creación de empleo, integración y progreso social.

Lo triste es que Europa podría perfectamente darse el lujo de ser más acogedora, mientras que reduce el desempleo al mismo tiempo. Como prueba de ello, vale la pena hacer un repaso de las estadísticas sobre migración (lo que también me permitirá responder a algunas preguntas de los internautas después de mi columna «L’Europe devient-elle islamophobe?«) .

Grafico RefugiadosPrecisemos de entrada que los flujos migratorios son difíciles de medir, y que las estimaciones actuales son imperfectas. Los mejores datos disponibles en todo el mundo, compilados por las Naciones Unidas como parte de sus «World Population Prospects», publicados a finales de 2015, sin embargo, permiten establecer una serie de órdenes de magnitud.

Observamos en primer lugar que los flujos migratorios de entrada en la Unión Europea (sin salidas) fueron de alrededor de 1,2 millones de personas anualmente de media entre 2000 y 2010. La cifra puede parecer enorme, pero en relación con una población total de más de 500 millones de personas, representa poco más del 0,2% al año. Hasta hace poco, la Unión Europea fue la región más abierta del mundo (el flujo migratorio fue de aproximadamente 1 millón de personas al año en los EE.UU.), y no supuso un problema importante: el empleo aumentó y el desempleo se redujo en Europa, al menos hasta el estallido de la crisis financiera de 2008.

Es esta crisis, en especial las políticas de austeridad desastrosas aplicadas en Europa como consecuencia de la crisis, han causado una caída absurda de la actividad entre 2011-2013 (véase «2007-2015: une si longue récession«), que explica el aumento del desempleo y la xenofobia en nuestro continente, con la reducción por tres de la migración: alrededor de 400 000 por año, entre 2010 a 2015, según las Naciones Unidas. Todo esto en un momento en que los cambios en la situación geopolítica en Oriente Medio y la crisis de los refugiados, habría requerido una Europa más abierta.

Paradoja adicional: los Estados Unidos, a pesar de que eran la causa de la crisis de 2008, que han sido capaces de aplicar la flexibilidad fiscal para impulsar su economía a raíz de la crisis, mantienen un flujo migratorio de aproximadamente 1 millón de personas al año entre 2010 y 2015 (sin dejar de ser mucho más cerrados que Europa para los refugiados sirios y las poblaciones musulmanas).

En cuanto a la distribución de los flujos de migración dentro de la UE, volvemos a ver los efectos de la crisis. Si hacemos el promedio de todo el período 2000-2015 (casi un millón de inmigrantes por año de media), se observa una distribución relativamente equilibrada: cada uno de los cinco países (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España) acoge entre 100.000 y 200.000 inmigrantes por año. Pero mientras que Alemania era relativamente poco accesible entre 2000 y 2010, aumentó de manera significativa su acogida de inmigrantes, colocándose en cabeza entre los años 2010 y 2015, mientras que el flujo se vuelve negativo para España. En total, durante el período 2000-2015, los estados miembros más abiertos son Italia, España y el Reino Unido, seguido de Alemania y Francia.

Los datos de Naciones Unidas son incompletos y no tienen plenamente en cuenta los aportes de 2015, por lo que es demasiado pronto para darlos por definitivos, pero los que ya se conocen han alcanzado niveles extremadamente altos: 1 millón de refugiados entraron en Alemania en un año, según el Gobierno alemán, 400.000 solicitudes de asilo presentadas en Alemania en 2015, según Eurostat. Lo que es seguro es que estos flujos, aunque son importantes, no son tan excepcionales como lo que a veces imaginamos, en comparación con la migración observada entre 2000 y 2010.

La conclusión es evidente: si Europa, y en particular la zona euro, encabezada por Alemania y Francia, aplicase una mejor política (moratoria de la deuda pública, relanzamiento económico), nuestro continente tendría perfectamente los medios de ser más acogedor, y no tener que comprometerse en un acuerdo con Turquía indigno.

N. de la R:
G. Buster, es miembro del comité de redacción de Sin Permiso.
Thomas Piketty es director de estudios de la EHESS (École des Hautes Études en Sciences Sociales) y profesor asociado de la Escuela de Economía de París, además de autor de reciente y fulgurante celebridad por su libro El capital en el siglo XXI (Fondo de Cultura Económica, 2014).
Este artículo se publica con la autorización de Sinpermiso.