El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, impone al rey saudí, Salman bin Abdelaziz Al Saud, la medalla de honor de la República de Turquía.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, impone al rey saudí, Salman bin Abdelaziz Al Saud, la medalla de honor de la República de Turquía.

Internacional
espacioseuropeos (13/5/2014)
La ONG, Human Rights Watch y organizaciones de Derechos Humanos y de la ONU acusan a Turquía de haber violado los derechos humanos  de kurdos y refugiados sirios. Esas asociaciones acusan a las Fuerzas Armadas turcas de “disparar deliberadamente contra civiles kurdos y refugiados sirios”.

La acusación más grave la ha hecho Human Rights Watch, que denuncia que guardias fronterizos turcos mataron, al menos, a cinco refugiados sirios en los últimos dos meses. Asimismo, la ONU ha acusado a Turquía de “disparar intencionalmente contra civiles y de destruir infraestructuras” de zonas habitadas por kurdos en el sureste del país.

Otras acusaciones
Por otro lado, el diario sirio Al-Watan, denuncia que militares turcos están entrenando a terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Siria, más en concreto en Alepo; ese grupo es uno de los que se enfrentan a las fuerzas sirias de Bashar al-Asad. Afirmaciones similares han sido hechas desde partidos políticos y organizaciones contrarias al gobierno de Erdogan.

La guerra en Siria lleva casi seis años y ha dejado más de 400.000 muertos. Una guerra provocada por potencias externas al país para apartar del poder a Bashar al Assad que, se puede decir, comenzó en marzo de 2011. Un ejército, compuesto en su mayoría por

Mercenarios con apoyos encubiertos de las monarquías del Golfo Pérsico y, en algunas cancillerías se comenta, que también está la mano de Turquía.