Toxo y Méndez
Toxo y Méndez

España
espacioseuropeos (2/5/2016)
En el Consejo de Ministros celebrado el pasado 29 de este mes, acordó conceder la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo a Cándido Méndez Rodríguez  y José María Fidalgo Velilla, ex secretarios generales de UGT y CC., respectivamente.

Con este galardón el Gobierno de España “premia y destaca” el “mérito de una conducta socialmente útil y ejemplar en el desempeño de los deberes que impone el ejercicio de cualquier trabajo, profesión o servicio”.

 A Cándido Méndez Rodríguez se le concede esa medalla por “su trayectoria vital y profesional está vinculada a Andalucía y también a la actividad sindical”, afirma la referencia  del mencionado Consejo de Ministros. La misma nota dice que el galardonado fue “obrero metalúrgico”, aunque –decimos nosotros- debió ser por muy poco tiempo, pues enseguida le cogió el gustillo a la labor de “defender a los obreros”, nada más hay que ver cómo está el paro, los salarios, etc.

Por si su labor en pro del obrero queda en duda, decir que también fue diputado en el Congreso de los Diputados y en el parlamento  de Andalucía. Desde 1994, 22 años, hasta su retirada en marzo de 2016, ha ejercido como secretario general de la UGT. Nunca se enteró de lo que pasaba con los ERE en Andalucía ni la UGT de esa comunidad participó en ninguna actividad en contra de los obreros ni se aprovecharon de las arcas públicas, aunque algunos informes policiales y judiciales afirman lo contrario.

El otro agraciado con esa Medalla de Oro, es José María Fidalgo Velilla, Licenciado en Medicina, aunque se lanzó al sindicalismo, ocupando el cargo de secretario general de CC. OO., desde el año 2000 hasta 2008.

En los dos casos, el Gobierno de España, destaca que el “diálogo social” fue su común característica.

Para mejor conocer la labor de los sindicatos CC. OO., y UGT, publicamos un trabajo de David García Aristegui, editado en La Marea:

De Citibank a Caja Madrid: la casta sindical de CCOO y UGT

En este texto vamos a hablar de sindicalismo. Concretamente, de cómo los sucesivos escándalos relacionados con los sindicatos CCOO y UGT evidencian lo peculiar que ha sido la atención mediática a estas organizaciones y la aún más peculiar relación de estas organizaciones con la banca. Sí, mucha gente recordará grandes escándalos como el de UGT en el año 1994: el sindicato tuvo que hipotecar todo su patrimonio a causa de una deuda generada por la desastrosa gestión de la cooperativa de viviendas PSV, cuya quiebra afectó a más de 6.000 cooperativistas.

Hay que resaltar que sólo fue condenado por el caso Carlos Sotos, el gerente de la cooperativa. UGT fue eximida de toda responsabilidad penal por el Tribunal Supremo, aunque tuvo que abonar 13.000 millones de las antiguas pesetas como responsable civil subsidiario. En esta ocasión, Nicolás Redondo dimitió como Secretario General debido al escándalo de la cooperativa. Pero escándalos posteriores y que han sentado las bases del escándalo en Caja Madrid fueron ignorados por CCOO y UGT y, lo que es más grave, por la mayoría de medios de comunicación.

En el año 2004 la revista Interviú publicó el reportaje titulado “Sindicatos ‘vendidos’ al capital”. Resumimos los hechos: en sede judicial, directivos y sindicalistas de CCOO y UGT reconocieron ante el juez que Citibank España pagó en torno a 650.000 euros euros a CCOO, UGT y FITC. El pago fue en concepto de asesoramiento en cuatro negociaciones que supusieron, entre otras cosas, una reducción de plantilla de más de 200 personas, entre bajas incentivadas y prejubilaciones.jose-maria-fidalgo

Todas estas informaciones son contrastables, ya que se reflejaron en un juicio entre el banco y un antiguo directivo de la empresa. En el juicio también se acreditó el regalo a representantes de CCOO de viajes a EEUU e incluso de entradas para ver partidos de Los Ángeles Lakers por valor de 3.233 dólares. La sección sindical de UGT se pasó al sindicato CGT debido al escándalo y la nula autocrítica o asunción de responsabilidades en la que era su organización. CCOO, por su parte, tampoco tomó ningún tipo de medida, y su sección sindical siguió funcionando como si no hubiese pasado nada. Pero esa dejadez de funciones por parte de UGT y sobre todo de CCOO ha tenido implicaciones que llegan a nuestros días, en concreto, hasta el escándalo de Caja Madrid.

Dos de las personas que viajaron a EEUU a cargo de Citibank fueron María Jesús Paredes, secretaria de la Federación de servicios financieros y administrativos de CCOO hasta 2007, y su pareja Francisco Baquero, ex consejero de Caja Madrid. Fue gracias al apoyo de Paredes por el cual Miguel Blesa accedió en 1996 a la presidencia de la caja. En 2007, Paredes y Baquero se vieron envueltos en una polémica sobre su enorme patrimonio personal, que entonces superaba los dos millones de euros. Paredes abandonó CCOO en el 2008 al vencer Ignacio Fernández Toxo a José María Fidalgo en el Congreso Confederal de la organización, ya que, en declaraciones a El País, CCOO no es un sindicato de izquierdas; “es sólo un sindicato”.

Y ahora salta de nuevo un escándalo relacionado con Francisco Baquero: Miguel Blesa subió sus dietas debido a las amenazas de María Jesús Paredes cuando ésta ostentaba cargos de responsabilidad en el sector de Banca en CCOO. Posteriormente Baquero utilizó su tarjeta opaca, con la que llegó a gastar 266.400 euros, que destinó en su mayoría a mobiliario del hogar, electrodomésticos y restaurantes de lujo. Si CCOO y UGT hubiesen atajado los problemas en Citibank esta casta sindical no se hubiese instalado en sus organizaciones y, probablemente, no les hubiese salpicado de esta manera el escándalo en Caja Madrid.