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Internacional
Nazanin Armanian (7/6/2016)
Desde 18 de marzo, la Unión Europea (UE) respiraba tranquila: había firmado con Turquía un pacto que ponía un orden dentro del caos, expulsando de forma colectiva a miles de inmigrantes y refugiados de Grecia a Turquía. Así, pretendía alejar el problema y ocultar de la opinión pública europea otra crisis humanitaria engendrada por la guerra y el capitalismo más despiadado. El acuerdo contemplaba lo siguiente:

Turquía acogería a todos los solicitantes de asilo que llegasen a Europa a partir del 20 de marzo. Por cada persona recibida, los europeos se llevarían a otro refugiado de Turquía. Está por descubrir si se trata de una estúpida broma o un juego infantil entre adultos con seres humanos que son tratados como fichas en un tablero de ajedrez.

. Europa le entregaría 3.000 millones de euros a Tayeeb Erdogan por hacerle el trabajo sucio.

. La UE aceleraría el proceso de adhesión de Turquía y dejaba de exigir visado a los ciudadanos de éste país.

De repente, las dos partes deciden incumplir lo acordado, dando paso a una tercera crisis de refugiados que consiste en la llegada de más seres humanos huidos de las guerras de Oriente Próximo a Europa, y la imposibilidad de la UE a deportarlos. La primera crisis, con la foto del cuerpo del niño Aylan Kurdi, pretendía justificar el bombardeo de Siria por los países europeos y derrocar a Bashar al Assad como la única fórmula de paralizar la fuga de los sirios de su tierra. Que Barack Obama se opusiera al plan, obligó a los jefes de la UE a empezar a deshacerse de los refugiados que días atrás habían sido recibidos por Merkel con pancartas de “Refugees Welcome”.

Así, empieza la segunda crisis, con la campaña televisiva de convertir a los solicitantes de asilo en zombis, terroristas y violadores y repetir continuamente que las “políticas de muticulturalidad habían fracasado”. El acuerdo con Turquía, le permitía a la UE impedir la llegada de más refugiados y expulsar a los que ya estaban en su territorio. Asimismo, permitía a Erdogan crear una zona de exclusión en Siria donde alojar a estos individuos, convirtiéndoles en escudos humanos dentro del plan turco para la ocupación y partición de Siria.

Los pilares de la política de la UE contra los refugiados
La estrategia de Bruselas en esta materia ha estado basada en tres ejes: demonizar a los refugiados e inmigrantes, militarizar las fronteras, y externalizar el problema, sobornando a los líderes africanos y asiáticos. Antes de Erdogan, la UE pedía a Muammar al Gaddafi hacer de gendarme de la región: en 2008 le pagó 50 millones de euros por impedir la salida de miles de personas de sus campos de refugiados, y acoger a las que eran expulsadas por Italia. En 2010, el Coronel llegó a pedirle 5.000 millones de euros al año para evitar que “Europa se volviera negra”. Luego esta Europa cometió otro error, y no sólo por derrocar a su colaborador en 2011, sino por provocar otra terrible y larga guerra en la propia Libia, convirtiéndoles a cientos de miles de libios en nuevos refugiados.

Ahora, el pacto con Turquía se desmorona por los siguientes motivos:
– La UE no ha desembolsado los fondos prometidos a Ankara, mientras Erdogan ha doblado la cifra.

– La UE no ha suprimido el visado para los turcos, ni lo va a hacer. Turquía seguirá siendo un Estado-tapón entre el continente y el convulso Oriente Próximo.

– Hay denuncias por la ilegalidad de las deportaciones en masa; se debería respetar las solicitudes individuales de asilo.

– Es ilegal devolver a los solicitantes de asilo a Turquía, por inseguro, sobre todo para los kurdos sirios. El ejército turco sigue bombardeando las zonas residenciales kurdas tanto en Siria como en Turquía. La estrecha colaboración entre Ankara y los terroristas del Daesh es otra cuestión, que es de dominio público. Para el colmo, la policía turca no escatima en balas contra los sirios: el pasado abril se conoció el asesinato de 16 sirios, tres de ellos niños, por la guardia fronteriza. Huían de los bombardeos, aunque la prensa no señala que el cierre de las fronteras turcas es una exigencia de la UE.

– Los derechos de los refugiados se infringen en Turquía: una delegación del Parlamento Europeo había podido comprobar cómo estaban retenidos en una especie de prisión, y “casi sin acceso a abogados”. Luego estalló la noticia de los abusos sexuales y violaciones cometidos por un empleado turco a unos 30 niños sirios en el campo de Nizip, en la provincia de Gaziantep, el mismo que había sido catalogado de “ejemplar” por Merkel durante su visita  al centro. Se trata de la punta del iceberg del drama que viven estos individuos en este país gobernado por un régimen corrupto y autoritario.

– La incapacidad de la burocracia griega para expulsar a miles de refugiados de forma inmediata. Se necesitan leyes, recursos humanos adicionales, instalaciones, etc. Tardarán años en atender cada caso, mientras el número de los que llegan supera con creces a los que pueden ser deportados.

– La negativa de Erdogan para reformar las leyes antiterroristas turcas, y adaptarlas a las normas europeas de los derechos humanos, siendo uno de los requisitos de la UE de la exención de visado. El “Patriot Act” ha levantado la inmunidad a los parlamentarios de la oposición, permitiendo detener a cualquier ciudadano crítico con su presidente narcisista. Entre los últimos arrestados están los periodistas del diario Zaman, y la modelo Merve Buyuksarac, condenada a 14 meses de prisión por publicar un poema satírico sobre el dictador otomano. Este país es el líder mundial en perseguir a periodistas y la libertad de prensa.

– Ankara ni muestra señales de querer cumplir con otros requisitos de liberación del visado: la lucha contra la corrupción. En la historia de Turquía, los presidentes, las familias y los equipos nunca se habían enfrentado a acusaciones de corrupción tan graves como la familia de Don Erdogan.

– Turquía se ha dado cuenta, por fin, que la UE no va a admitirla en su seno. David Cameron le invita a esperar sentada: no entrará en la UE antes del año 3000. Entonces, ¿por qué Ankara debe cumplir con su parte?

– Después del acuerdo, Turquía ha enviado a otros 148.000 refugiados a las Islas del Egeo de su viejo enemigo, Grecia. La UE le acusa, además de mandar a las personas enfermas o de poca formación, bloqueando la salida de los médicos, ingenieros y académicos sirios de Turquía.

Nazanin Armanian
Nazanin Armanian

– El acuerdo ni ha tenido efecto disuasorio. El relativo descenso de los recién llegados se debe al cierre de la ruta de los Balcanes. Nadie puede parar la huida de seres vivos de los infiernos creados por las guerras, que vendrán por otros caminos: Italia, Bulgaria, Libia, Marruecos o España, ente otros. ¿Tiene la UE un Plan B?

– El último clavo al ataúd del acuerdo lo pondrá la decisión del Parlamento alemán de aprobar una resolución para conmemorar el ‘genocidio’ armenio de 1915 por los turcos.

La importancia estratégica y económica de Turquía para el imperialismo alemán, que incluso ha instalado su contingente en la  base de la OTAN en Incirlik, está por encima de sus desavenencias sobre unos cuantos miles de seres humanos desesperados, que serán victimas de otros acuerdos. Sabe que desafiar a Europa es una de las bazas del populismo de un Erdogan con delirios de emperador.

El problema de los refugiados es una cuestión geopolítica. ¡Paren las guerras para evitar los actuales éxodos humanos!

N. de la R.
Este artículo, que también pueden ver en Público, se publica con la autorización de Nazanin Armanian, su autora